Bola de nieve
Estos últimos días se han oído las voces de algunos futbolistas top, amenazando con una huelga por la sobrecarga de partidos y los excesos que acaban sufriendo después de temporadas largas, densas y que conllevan riesgos y tienen consecuencias. Y hablo de “amenaza” porque antes de una huelga suele haber demandas para forzar negociaciones, a menos que la situación sea ya insostenible. Después se entra en el terreno de la amenaza y al final, si no hay acuerdo o se prolonga la situación injusta se termina en la huelga. Los futbolistas tienen derecho a la huelga, por supuesto, y es cierto que el peso que deben soportar con las temporadas tan largas no responde a ninguna lógica ni a la mínima racionalidad exigible. Incluso parece muy razonable todo lo que expresan.