Levantarse tras la derrota
La rueda de prensa de ayer de Flick estuvo mas dedicada a analizar las razones de la derrota en el campo del Mónaco en el estreno de la Champions, que a referirse al partido de esta tarde en el estadio de la Cerámica, donde el Barça buscará la quinta victoria consecutiva en el inicio de la Liga frente a un Villarreal que forma parte, junto al Madrid y el Atlético, del grupo de perseguidores del líder blaugrana. No cabe duda que la derrota frente a los del principado puede tener sus efectos entre los barcelonistas, que se sentían invulnerables por la buena racha de resultados y juego en la competición doméstica y que pudieron comprobar que en Europa se juega con una marcha más y aumenta la intensidad de los rivales. Especialmente en el caso de los equipos en que hay mayoría de futbolistas de raza negra, más dotados físicamente que los blancos. Un hecho cada vez más común entre los grandes equipo europeos, en los que imponen su superioridad física. Uno de los talones de Aquiles en las últimas temporadas del Barça cuando ha asomado la cabeza en la Champions y que se volvió a poner de manifiesto el jueves y que no se pudo paliar, a pesar de la mejora evidente en este apartado, gracias a la mayor carga de trabajo físico de los entrenamientos.