Otegi reivindica Bildu como «la historia de un éxito político» e inicia el proceso para perpetuarse

El nacionalismo vasco encara el final de año en un contexto de renovación interna. Tanto Bildu como el PNV celebran en los próximos meses sendos congresos para organizar sus estructuras internas de cara a una legislatura en la que el debate sobre el estatus político del País Vasco ocupará gran parte de las conversaciones . Los primeros en iniciar su proceso, la izquierda aberzale, que este sábado, durante una conferencia política en la Tabacalera (San Sebastián), aprobó el reglamento que permitirá la reelección de Arnaldo Otegi como coordinador general el próximo 8 de febrero . En cuanto al PNV, el domingo que viene dará comienzo durante el Alderdi Eguna (Día del Partido Nacionalista Vasco) a un proceso similar que, sin embargo, todavía no está claro que termine con Andoni OrOrtuzar renovando su liderazgo en la dirección ejecutiva del partido. Ambas formaciones toman posiciones para lo que está por venir y Bildu, a quien Otegi definió este sábado como una «historia de éxito político» no desperdicia la ocasión para exigir un cambio en el modelo territorial. «El modelo autonómico y el modelo de relaciones con el Estado (en referencia a España) es un fracaso. [...] Se ha acabado el tiempo del café para todos. Un modelo que supedita nuestros intereses nacionales y populares [...] y que no nos dota de poder político suficiente». Sobre esa base la izquierda independentista, y Otegi lo volvió a repetir este sábado, exige un acuerdo que «respete la condición nacional» del País Vasco , donde incluyen el derecho a decidir. Un elemento que se prevé clave en las negociaciones que pretende abrir entre septiembre y octubre el PNV para abordar la cuestión del nuevo «Pacto Estatutario», que ya han rechazado las formaciones constitucionalistas en la comunidad autónoma (incluída el Partidos Socialista de Euskadi), pero que no han descartado los de Andoni Ortuzar.. El PNV, que renovó en julio al frente del Ejecutivo regional pactando una coalición con los socialistas vascos, reclama a Sánchez el «cumplimiento íntegro» del Estatuto de Guernica , haciendo efectivas las transferencias pendientes que se comprometió a ceder el presidente del Gobierno a cambio del apoyo nacionalista en su investidura. Después vendrá, tal y como manifestó el lendakari, Imanol Pradales, una reforma estatutaria que establezca una «relación bilateral» con España y mire hacia el reconocimiento nacional.