Resurge el debate sobre la fusión de concellos: «Todos somos de Orense»
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En el municipio orensano de Nogueira de Ramuín hay un nuevo debate que ha cogido por sorpresa a sus escasos 2.000 habitantes. Su concello es uno de los analizados en un estudio presentado por la Xunta esta semana, que valora los beneficios económicos de una hipotética fusión con el ayuntamiento vecino, O Pereiro de Aguiar. Las opiniones son de lo más vario pintas, pero el consenso es prácticamente unánime: si supone una mejora de los servicios, la mayoría, la apoyaría. Es el caso de María Isabel, que explica como actualmente anda cinco kilómetros, desde Moura hasta el centro de salud de Nogueira, para hacerse las curas de una intervención reciente. «Ni tenemos autobús para venir, hay que andar», asegura. Lo mismo opina María Fátima que, en su caso, acusa la ausencia de un psicólogo. En cambio, también hay quien considera que «se llevarían mucho para O Pereiro», como Pablo; y que allí ya tienen «de todo», incluidos «eólicos», como explica Julio, que regresó a vivir allí después de estar 20 años emigrado en Suiza. « Creo que en Nogueira de Ramuín no estamos muy por la labor ahora mismo », señala Santiago, que, aunque no lo considera «descabellado», aboga por que se tengan en cuenta las diferencias que hay entre ambos municipios. La oposición a una hipotética unión tampoco es evidente en O Pereiro de Aguiar. « A mí no me afecta, ni sí ni no, lo que sea mejor », opina Orentino, vecino del concello, que coincide con Pilar en que apoyaría «lo que diga la mayoría«. David, más joven, cree que »el acercamiento de concellos siempre es positivo», aunque no hace más valoraciones; mientras que Rosa y Begoña, en conversación con ABC, consideran que las parroquias del municipio vecino, con un tercio de la población y mucho más rural, se beneficiarían de la unión. Ellas tienen claro que, a nivel de identidad, no hay problema: «Todos somos de Orense». Reacciones que van a la par que el estudio 'Reforma del mapa municipal del Galicia', según el que el 83% de los encuestados están a favor de una fusión voluntaria, tasa que se desploma al 37% si fuese obligatoria. El documento, elaborado por las tres universidades junto con la Fundación Juana de Vega, explica que, con independencia de la alternativa que se emplee (fusiones, agrupaciones voluntarias, colaboración supramunicipales, etc.), cualquier reforma de la planta local debe repercutir en la eficiencia del municipio a nivel político y económico. Un mecanismo que no es nuevo –Europa fue testigo en el siglo XX de una oleada de fusiones–, pero sí infrecuente en nuestro país. De hecho, España ha seguido una corriente opuesta al resto de vecinos europeos, señala. Desde 1987, se crearon 85 nuevos municipios; tres de ellos, en Galicia: A Illa de Arousa (1997), Cariño (1988) y Burela (1995). Como consecuencia, hoy en día la planta municipal gallega está sumamente atomizada –aunque es superada por otras comunidades como Castilla y León o Castilla-La Mancha–, haciendo imperativo abordar el debate de la situación actual de los concellos para garantizar un acceso igualitario a los servicios, en un contexto de reto demográfico y envejecimiento poblacional. Algo que ya analizó el Consejo de Europa que, según un estudio del 2011, cifra en 10.400 habitantes el tamaño recomendable para que los municipios puedan asumir los servicios públicos locales; y en 8.000 para que sea financieramente viable. Es decir, a cuantos más usuarios, menor es el coste. Aplicado a la realidad gallega, este umbral no sería realista: de los 313 concellos, un 82% tiene menos de 10.000 residentes –257 municipios–. Consecuentemente, optar por una horquilla menor sería más asumible, como la de entre 5.000 y 8.000 habitantes que propone el informe. Esta es la que permitiría garantizar una administración más profesionalizada, reduciendo a su vez el gasto en la planta municipal y en los servicios, y aumentando la financiación estatal y el acceso a fondos. Fusiones que tendrían que ser voluntarias, como reiteraron desde el Ejecutivo autonómico, pero que, en el caso de los concellos citados previamente, ninguno de los regidores ve factible. En primer lugar, explica el alcalde de Nogueira de Ramuín, Julio Temes, en conversación con ABC, porque «son dos concellos totalmente diferentes» y, mientras O Pereiro es «prácticamente urbano, con mucha influencia de la ciudad» por su cercanía a Orense, el suyo es un municipio, en su mayoría, rural. En el primero, la densidad es de 104 personas por kilómetro cuadrado (6.350 habitantes en 61 km2), y uno de los pocos concellos orensanos que está experimentando un aumento de población. En el segundo, la densidad poblacional es de 20 personas por kilómetro cuadrado (1.998 habitantes en 97,9 km2), y tiene un PIB por habitante mayor. Su unión, entre otras cuestiones, supondría un 17% más de financiación para todos los habitantes, pero, tal y como explica Temes, quizás el suyo no sea el concello más dispuesto. Tras la noticia, que le cogió de imprevisto, dice que los vecinos le «decían por la calle» cosas como «ni se te ocurra». Y sobre los servicios, como la basura, explica que los tienen mancomunados con otra serie de concellos, por lo que tampoco ve esa «necesidad». En la misma línea, el alcalde de O Pereiro de Aguiar y también presidente de la Diputación provincial, Luis Menor, explica que no se trata de un concello que necesite esa fusión, aunque reconoce que es un mecanismo que acostumbra a conllevar «beneficios para las dos partes» . En su caso, siendo el municipio de mayor tamaño, entiende que «les correspondería liderar esa unión», sin perder «identidad», algo que a su vez explicaría que en el caso de Nogueira las reticencias sean mayores. «Es un concello con una fuerte identidad», asegura, y cualquier pérdida en este sentido no sería «bien vista por la población», lo cual es «perfectamente comprensible». Por todo ello, quizás el suyo no sea el caso «idóneo», aunque, de cualquier forma, apunta, depende de la «voluntariedad» y del consenso social. Otro de los casos analizados supondría la creación de la que sería la tercera ciudad más grande de la Comunidad: la de Santiago de Compostela y Teo . Le quitaría así el puesto a Orense, pasando los 100.000 habitantes (un límite que a la capital gallega le cuesta rebasar, igual que a Teo el de los 20.000), asegurándose más fondos estatales y europeos y mejoras en las dotaciones de carácter social, entre otras cuestiones. Una opción que ya valoraron los antiguos regidores de ambos municipios –Martiño Noriega y Rafael Sisto–, y que tampoco fue la primera: tras la unión pionera de Oza-Cesuras, se habló, brevemente, de la posibilidad de repetir el mecanismo con la capital y Boqueixon. Pero, en esta ocasión, ninguna de las dos alcaldesas se presta voluntaria. En conversación con ABC, la regidora de Teo, Lucía Calvo, argumenta que su municipio, con 79 kilómetros cuadrados, 19.200 habitantes y «una previsión de crecimiento importante», alcanzarían la barrera de los 20.000 sin necesidad de unirse a ninguno otro, derivando de por sí en «más y mejores servicios». «Sería más lógico en concellos que no llegan a los 5.000», indica. Aunque lo fundamental es el «orgullo» de ser teense, y asegura: «tenemos nuestra propia identidad y eso es irrenunciable». En su caso, aboga por llegar a «acuerdos», como vecinos que son, aunque parece una tarea compleja. «Recientemente intenté conseguir un aumento del autobús urbano de Santiago, que pagaba Teo, de 2,5 km», pero «no salió adelante por la parte» de la capital. Tampoco Santiago da su brazo a torcer. Desde el consistorio compostelano consideran que «hay otros asuntos que deben abordarse con prioridad antes que las fusiones», y señalan como posible alternativa a la «comarcalización, servicios públicos mancomunados, o resolver el infrafinanciamiento de los concellos». Un debate, considera la alcaldesa, Goretti Sanmartín, «que cada cierto tiempo vuelve con la idea de distraer un poco al conjunto de la población» de asuntos como el canon de Sogama o la financiación municipal, y que «debería hablarse con calma». El informe analiza otras cinco hipotéticas fusiones, como la del municipio coruñés de Lousame, con 3.268 personas –37 por km2–, con el Noia, de 14.274 habitantes –383 personas por km2–; situando al nuevo ayuntamiento más cerca de los 20.000. Sanxenxo y Meaño; Alfoz y O Valadouro; Lalín, Rodeiro y Sozón; y la comarca de O Deza fueron los otros casos analizados, siempre en un marco de beneficios «mínimos» y, como reitera el documento en varias ocasiones, desde el punto de vista económico. Son casos «hipotéticos» que no tienen en cuenta condiciones fundamentales, como las características sociodemográficas, geográficas o el respaldo vecinal, como explicó en la presentación el director de la Fundación Juana de Vega, José Manuel Andrade, y recogió Ep.