El Madrid, más armado que el Barça, se lleva el primer Clásico (89-83)
El Real Madrid buscará su séptima Supercopa consecutiva -la undécima en total- después de imponerse en el primer Clásico de la temporada. Ante un Barça en plena reconstrucción, el equipo de Chus Mateo tiró de sus clásicos para poder pelear por el primer título nacional del curso. En dos equipos con un importante cupo de novedades pesaron más los ya conocidos. El Madrid fue un poco más consistente: Campazzo (18 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias), Abalde (10), Musa (11 y 5 rebotes), Hezonja (12 y 5 rebotes) y Tavares (11 puntos, 6 rebotes y 2 tapones).
El segundo cuarto evidenció los plantillones que tienen a su disposición tanto Chus Mateo como Joan Peñarroya. Más de la mitad de los puntos del Madrid en los dos primeros cuartos llegaron desde el banquillo (21 de 41) y cuando mejor funcionó el Barça fue cuando dos de sus elementos de la rotación, Anderson y Brizuela, asumieron responsabilidades para sofocar el primer amago de incendio provocado por el Madrid (32-24).
Las retiradas de Rudy y Sergio Rodríguez se han llevado parte del alma del Madrid en las últimas temporadas. De ahí la afirmación de Chus Mateo antes de empezar la semifinal: "No necesitamos héroes, necesitamos gente que nos ayude". Y uno de ellos tiene que ser Rathan-Mayes. El escolta estadounidense está en la fase de asumir un nuevo rol que nada tiene que ver con lo que hacía en Rusia donde anotaba 25 puntos por partido. Le cayó el marrón de encargarse de Kevin Punter y salió ileso. El Madrid trató de correr a la mínima, pero fue por detrás hasta que los tiradores ajustaron la mirilla. Fue entre el final del primer cuarto y el comienzo del segundo. Abalde, otro al que le ha sentado bien el descanso veraniego, anotó un par. Al acierto exterior se añadió la actividad de Ibaka (8 puntos, 5 rebotes y 4 tapones). Tavares había pasado inadvertido, pero el ex del Bayern no. Anotó, marcó territorio con un par de tapones y el Barça sufrió.
Peñarroya tiró de dos argumentos que ya estaban en el Palau la pasada temporada. Parker (17 puntos) anotó con la facilidad habitual y Brizuela se presentó con tres triples sin fallo en menos de siete minutos. La desventaja que llegó a ser de ocho puntos desapareció. Las canastas no llegaban fruto del juego colectivo, eran más cosa del talento individual.
Y entre los talentosos del Madrid aparecieron en el tercer cuarto Musa y Hezonja. El partido se volvió un poco loco, desordenado. Pero en ese escenario los dos balcánicos son capaces de sacar rédito. Y Campazzo fue el que mejor lectura hizo de la situación, como tantas otras veces. El argentino empezó a encontrar a Tavares y el Madrid siguió anotando con la regularidad que no tenía el Barça. Los azulgrana sólo fueron capaces de sumar seis puntos en los seis primeros minutos de la reanudación. Peñarroya tiró de Laprovittola y de Brizuela para encontrar la solución a los problemas (60-48). El técnico del Barça había reclamado más ritmo a los suyos a la vuelta de los vestuarios, pero de ese apartado del juego se había adueñado Campazzo. Abrines fue el encargado de reflotar al Barça. Dos triples del alero limaron la desventaja y disimularon un mal cuarto (67-61).
El empeño de Brizuela y el descanso de Campazzo permitieron al Barcelona reengancharse a la semifinal para el tramo final (70-67). Ahí fue cuando Chus Mateo devolvió el mando de las operaciones al argentino. La defensa del Madrid -8 tapones en total- volvió a crecer con él y con Tavares. Fueron ellos los encargados de sellar la clasificación para la final donde se medirán con el Unicaja que superó al UCAM Murcia por 78-84.
89. Real Madrid (20+21+26+22): Campazzo (18), Rathan-Mayes (6), Musa (11), Hezonja (12) y Tavares (11) -quinteto titular- Abalde (10), Deck (5), Garuba (0), Feliz (3), Llull (5) e Ibaka (8).
83. Barcelona (18+24+19+22): Satoransky (8), Punter (9), Abrines (6), Parker (17) y Willy (5) -quinteto titular- Vesely (7), Laprovittola (7), Núñez (2), Anderson (7), Metu (1) y Brizuela (14).
Árbitros: Peruga, Calatrava y Castillo. Eliminado Anderson.
Incidencias: 7.454 espectadores en el Palacio de los Deportes de Murcia.