El espejo del fútbol base
Ante tanta precocidad que asalta el primer equipo, Marc Casadó representa el valor de la puntualidad. Se trata de un óptimo ejemplo para el fútbol base porque ha cumplido todas las fases de formación para llegar al primer equipo del Barça cuando toca. Ni antes ni después. Con paciencia, sin explosiones impactantes, tras muchas convocatorias y pocos minutos en la pasada temporada a caballo entre el filial y el primer equipo. Sin hacer ruido. Erosionando el muro que separa el fútbol profesional del camino formativo poco a poco, sin la seguridad de vencerlo, no echándolo abajo de un golpe como han hecho Ansu, Lamine Yamal, Marc Bernal o advierten ya Guille y Toni Fernández.