Los municipios gallegos acogen a casi un millar de refugiados en dos meses

Desde un primer momento hubo discrepancias entre la Xunta y el Gobierno central en relación a la cifra de refugiados procedentes de Canarias que tendría que acoger la Comunidad. Mientras que la Delegación del Gobierno en Galicia hablaba de 470 personas, puntualizando, eso sí, que debido a la naturaleza de la situación se trata de una previsión cambiante, desde el Ejecutivo autonómico aseguraban que habían sido conocedores, por «fuentes extraoficiales», de que el número rondaría las 700 . Pues bien, dos meses después el tiempo le ha dado la razón, ya que los municipios gallegos han acogido, desde julio, a casi un millar de refugiados, adultos que huyeron de los conflictos de sus países de origen, procedentes, principalmente, de Mali. A estos, además, hay que sumar la llegada de menores no acompañados, de los que todavía queda una remesa pendiente acordada en la Conferencia Sectorial de este año. Los primeros en llegar fueron los que se alojaron el Monte do Gozo, en Santiago de Compostela, a finales del mes de julio. 2 08 personas a las que, más tarde, se sumaron otras 131, acogidas en A Silvouta. Desde entonces, han ido llegando a más municipios de la Comunidad, como Monforte de Lemos, Becerreá, Mondariz-Balneario, Ribeira de Piquín o, el destino más reciente, Sanxenxo. Allí, 70 personas reciben desde el martes por la noche asilo en el mismo hotel que ya el año pasado abrió sus puertas ante esta crisis humanitaria, el Baixamar. También han sido acogidos en otras zonas de la Comunidad, como La Coruña o Vigo, donde el número de plazas disponibles era mucho menor. La mayoría son hombres que vienen en condición de refugiados, huyendo de conflictos bélicos, y que ya han iniciado la solicitud de asilo, como informó en su momento la Delegación del Gobierno. Así, desde la Consellería de Política Social cifran el total de migrantes acogidos en Galicia desde el mes de julio en 949, si bien algunos ya han arreglado su situación legal y no continúan recibiendo asilo. Asimismo, está pendiente la llegada de otras 25 personas a Allariz, lo que situaría el total en 974. En la Delegación del Gobierno en Galicia, consultados por este medio, manejan una cifra algo inferior, de en torno a unas 900 personas. Son, en todo caso, el doble de las previstas inicialmente por el Gobierno , que en todo momento defendió que, al tratarse de una crisis humanitaria y trabajar con estimaciones, las cifras se adaptarían a las circunstancias de cada momento. Asimismo, aunque desde la Delegación del Gobierno mantienen contacto directo con la Xunta para avisar de las llegadas, desde el Ejecutivo autonómico criticaron en reiteradas ocasiones que se hacía con muy poca antelación y que, además, desconocían los criterios del reparto. «En ningún caso nos negamos ni dijimos que aquí no cabía una persona. En absoluto, lo que queremos es atenderlas bien. Si vienen sin criterio no será posible atenderlas bien y se desbordarán las posibilidades para hacerlo«, había aseverado el presidente gallego, Alfonso Rueda, a principios de este mes. También el pasado 3 de septiembre, la conselleira de Política Social e Igualdade, Fabiola García, reclamó «más claridad» en este asunto, informando de que, entre estas personas, había 15 menores de edad –cuando el Ministerio solo traslada a quienes la Policía Nacional ha identificado como adultos–. Lamentó, así, que el Gobierno «no facilite datos de forma concreta y directa porque cuando son menores dependen de la Xunta», que ya los ha incorporado a su sistema de protección. En el caso de los mayores de edad, es el Ejecutivo central el que asume íntegramente el coste de alojamiento, manutención y atención social. A estas personas, además, hay que sumar los 28 menores migrantes no acompañados que llegaron a la Comunidad el mes pasado , pactados en la Conferencia Sectorial de 2023. Estos jóvenes –procedentes de Senegal, Mali, Marruecos, Conraki, Gambia y Mauritania– vinieron en dos tandas: primero, llegaron catorce niños y niñas menores de 13 años y, después, los que tienen entre 13 y 17. Más adelante, una vez esté ultimado el proceso, vendrán otros 26, acordados este año. Al contrario que con los adultos, la atención a los refugiados menores de edad sí que es competencia de las comunidades. En Galicia, según informó Ep, la Administración autonómica dispone de 70 centros de pequeño tamaño entre los que están distribuidos, con el objetivo de facilitar su integración con otros menores y, a largo plazo, en la sociedad gallega.