Sin más castigo que un tirón de orejas
Los legisladores que se fotografiaron con Astiz en Ezeiza ratificaron el mismo cuento de siempre: fue una excursión "humanitaria" para conocer las condiciones de salubridad de las unidades penitenciarias. Todos, salvo Arrieta, se defendieron por escrito. Algunos fueron más allá y justificaron la visita El oficialismo respira tranquilo: el escándalo, para ellos, ya puede darse por cerrado.