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Сентябрь
2024

El país de América Latina que casi crea la primera bomba nuclear en la región: alistaba una guerra contra Argentina

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Durante los años 70, América Latina estuvo al borde de una crisis nuclear protagonizada por dos de sus potencias regionales más importantes: Brasil y Argentina. Brasil, bajo la dictadura militar del general Ernesto Geisel, contemplaba la posibilidad de desarrollar armas nucleares ante el temor de que su vecino argentino lo hiciera primero. La escalada tecnológica y el secreto rodeaban este período, mientras ambos países avanzaban en sus programas nucleares sin adherirse al Tratado de No Proliferación.

En junio de 1974, Geisel, entonces presidente de facto de Brasil, anunció en una reunión con el alto mando militar una actualización de la doctrina estratégica del país, que incluiría la posibilidad de un conflicto nuclear con Argentina. Aunque ambos afirmaban que sus programas nucleares eran civiles, la creciente competencia entre estas naciones del Cono Sur parecía señalar lo contrario.

Rivalidad geopolítica entre Brasil y Argentina

La relación entre Brasil y Argentina en los años 70 estuvo marcada por una profunda rivalidad geopolítica. Los dos países no solo competían por la influencia en América del Sur, sino que también compartían una preocupación común: la posible superioridad militar y tecnológica del otro. Esta tensión creció cuando India detonó una bomba nuclear en 1974, lo que generó una ola de preocupación en la comunidad internacional y en Brasil en particular.

El presidente Ernesto Geisel actualizó la doctrina militar brasileña para contemplar la posibilidad de un conflicto armado con Argentina, incluso con armas nucleares. Foto: Jornal Grande Bahia

El temor brasileño de que Argentina pudiera adquirir capacidades nucleares con fines militares se intensificó debido a los avances del programa nuclear argentino, más avanzado en ciertas áreas. En ese contexto, Brasil comenzó a contemplar la posibilidad de construir una bomba atómica como medida disuasiva. Esta rivalidad llevó a ambos países a desarrollar programas nucleares bajo un velo de secretismo, con el temor latente de un conflicto continental.

La revisión estratégica militar de Brasil en 1974

El 10 de junio de 1974, el presidente Geisel realizó una revisión estratégica que cambió el rumbo de la política de defensa brasileña. Durante una reunión secreta con los altos mandos militares, el general Geisel propuso que Brasil contemplara la posibilidad de un conflicto armado con Argentina, incluyendo el uso de armas nucleares si ambos países lograban desarrollarlas.

Brasil posee uno de los ejércitos más equipados de América Latina, con unas las tropas más numerosas de la región. Foto: Nueva Sociedad

Geisel subrayó la necesidad de que Brasil avanzara en su propio programa nuclear para no quedar rezagado respecto a Argentina. Expresó su preocupación por los avances nucleares argentinos, que estaban basados en la obtención de plutonio a través de la tecnología de uranio natural y la importación de agua pesada, lo que podía acercarlos a la creación de un arma nuclear. En contraste, Brasil optaba por un camino más orientado a la energía eléctrica, mediante el uso de uranio enriquecido en instalaciones como la planta de Angra dos Reis.

El Tratado de No Proliferación y la resistencia de Brasil

Durante la década de 1970, ni Brasil ni Argentina habían firmado el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP). Para Geisel, era crucial que Brasil mantuviera "una relativa libertad de acción" en el campo nuclear. La decisión de no firmar el TNP se debió, en parte, a la presión ejercida por las potencias nucleares que temían una proliferación en América Latina.

Brasil y Argentina evitaron firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear durante los 70 para mantener su autonomía en el desarrollo nuclear. Foto: Difusión

El gobierno brasileño no deseaba renunciar a su soberanía en la investigación y desarrollo de energía nuclear, tanto con fines pacíficos como con potencial militar. Al no someterse a los controles internacionales, Brasil y Argentina continuaron desarrollando sus programas nucleares sin supervisión, alimentando la desconfianza mutua y elevando la posibilidad de una carrera armamentista en la región.

La ventaja de Argentina en la disponibilidad de uranio

Uno de los factores que preocupaban a Geisel era la ventaja geológica que tenía Argentina en la extracción de uranio. A diferencia de Brasil, Argentina contaba con minas de uranio más accesibles, lo que le permitía avanzar más rápidamente en su programa nuclear. Argentina se basaba en el uso de uranio natural, lo que les daba acceso a plutonio, un material clave en la construcción de armas nucleares.

Mientras tanto, Brasil, a pesar de sus avances tecnológicos, dependía de la importación de tecnología y recursos, como el uranio enriquecido, para su programa de energía nuclear. El proceso brasileño, aunque más económico en términos de generación de energía eléctrica, estaba sujeto a mayores controles internacionales, ya que Brasil había contratado a empresas estadounidenses para la construcción de la planta de Angra dos Reis, lo que implicaba la entrega del plutonio producido bajo la supervisión de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).