Gobernar a pedales
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El coche eléctrico no termina de arrancar en España por tres motivos básicos. Uno, porque es caro. Dos, porque aún no ha alcanzado suficiente autonomía para viajes largos. Y tres, porque no hay puntos de recarga para enchufarlo en un país donde casi veinte millones de automóviles 'duermen' cada noche aparcados al raso. Los dos primeros no son culpa del Gobierno pero el tercero le incumbe directamente y plantea la pregunta de a qué está dedicando los famosos fondos europeos. El parque móvil español, lamborghinis aparte, es antiguo, catorce años por término medio, y aunque la economía vaya como un cohete se venden muchos más vehículos de segunda mano que nuevos. Desde la pandemia, el precio de los turismos de... Ver Más