El simbólico abrazo entre Navas y Saúl, dos líderes de vestuario
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Ha tardado, pero ha llegado. La primera victoria del Sevilla FC cogió ciertas connonationes épicas cuando el autor del tanto que desequilibró la balanza fue Jesús Navas . El capitán sevillista salió como titular ante el Getafe ocupando la posición de extremo y ofreció a su grada un derechazo para enmarcar. Un tanto que rompe su racha de cinco años y medio sin marcar en la competición liguera, pero lo más importante para el palaciego fue saber que le ha podido ofrecer los tan necesitados tres puntos a su equipo. La situación de Navas este año en el Sevilla se enrareció después de ese amago que tuvo de irse en mayo. Una situación que se solucionó de forma exprés para fortuna del sevillismo. El palaciego anunció que colgaría las botas el 31 de diciembre , puesto que los dolores que siente en la cadera apenas le dejan andar. Muchos albergan la esperanza de que el jugador amplíe el plazo hasta final de temporada, pero lo cierto es que la decisión está más que tomada. De ahí, las lágrimas de Navas al reencontrarse con el gol ante los de Bordalás en el Sánchez-Pizjuán. El futbolista sevillano es consciente de que está viviendo sus últimos partidos como profesional y la situación deportiva del Sevilla no es la más idónea para perder a un jugador de élite como él. No obstante, el palaciego sabe quién debe asumir sus galones una vez que se haya marchado, y ese es Saúl Ñíguez . El ex del Atlético de Madrid eligió el Sevilla para recuperar su nivel como futbolista, desde que llegó ha asumido su papel de líder. «Mi misión es que la mierda nos la comamos los veteranos», así se expresaba el ilicitano hace un par de días en el diario El País. «Llevo menos de tres meses aquí, pero el club me ha dado la responsabilidad de que ayude a los compañeros en una situación como esta. Tengo que dar la cara, jugando y sin jugar, para ponerle las cosas fáciles a unos compañeros que, si se les mete caña, en uno o dos años están quemados», declaró el centrocampista. No sólo son palabras, puesto que desde que arrancó la temporada al jugador se le ha visto muy implicado, aunque la expulsión en Son Moix se la pudiera ahorrar. Además, tras la victoria ante el Getafe, se pudo ver el cariño y la complicidad que Saúl tiene con el otro líder del vestuario. En un vídeo difundido por el Sevilla se puede ver cómo Navas entra en el vestuario y es ovacionado por sus compañeros. Lo primero que hace el palaciego es correr a los brazos de Saúl y ambos se funden en un abrazo. Los dos son conscientes de que la presión debe recaer en sus hombros y que, a pesar de que el excolchonero aún no es capitán, el hueco que dejará Navas en diciembre será ocupado por él.