Se están cargando el fútbol
Imanol fue claro en rueda de prensa. “Se están cargando el fútbol”, dijo en referencia al tendencioso arbitraje de Martínez Munuera en Anoeta y a la tendencia que ha cogido el deporte rey de retorcer tanto algunas normas hasta convertir el juego en el algo sin esencia o sentido. “Si vamos a pitar esos penaltis...(silencio largo y sonrisa). A mí no me gusta”, dijo también con más razón que un santo, refiriéndose en concreto al bochornoso segundo penalti pitado por el árbitro, llamado por Hernández Hernández desde el VAR porque a Vinícius, en una de sus interminables y constantes pataletas, le apeteció parar el juego aunque no le pasaba nada. La actitud del brasileño es indefendible, un insulto al fútbol y al oficio. Pero lo peor es la permisividad hacia todos sus actos. Tirarse sin sentido, aplausos, recaditos, gestos obscenos, mandar callar a una grada que no le había hecho nada (en parte porque su partido era tan insulso como indiferente). Eso ya se conocía pese a su papel de víctima total comprado por algunos, supongo que cada vez por menos. No hubo racismo (condenable al 100% cuando le ha tocado vivirlo) esta vez, por lo que se podrá criticar su actuación, o quizá no.