Cuba protege la capa de ozono
Desde la ratificación del Convenio de Viena y el Protocolo de Montreal en 1992, Cuba ha cumplido estrictamente con sus compromisos para reducir el uso de sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAO), en un mundo donde la lucha contra el cambio climático se vuelve cada vez más urgente.
Nuestro país destaca como un ejemplo de compromiso y acción efectiva, porque desde el 2021 Cuba entró en la fase final del programa destinado a la eliminación paulatina de los hidroclorofluorocarbonos (HCFC), gases ampliamente utilizados en la refrigeración y la climatización que no solo dañan la capa de ozono, sino que también contribuyen al calentamiento global, según ha explicado el Doctor Nelson Espinosa Pena, director de la Oficina Técnica de Ozono (OTOZ) del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
El país logró la completa sustitución del gas refrigerante R-141b en la producción de espumas de poliuretano, y ello se traduce en dejar de emitir elevadas cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera, expuso el Doctor Espinosa, quien destaca que es un logro a partir del proceso de reconversión tecnológica en cinco fábricas clave.
Además, se logró eliminar totalmente los CFC en la refrigeración doméstica y comercial, agregó, y se han sustituido estos compuestos en la fabricación de aerosoles farmacéuticos. Aseveró que, a su vez, se alcanzó a suprimir el uso de bromuro de metilo en la fumigación de semilleros de tabaco y otros cultivos, demostrando un compromiso integral con la protección ambiental.
Los resúmenes anuales de la OTOZ confirman el cumplimiento de los compromisos del país con el protocolo de Montreal y la estabilidad del funcionamiento de la Red de Especialistas en las 16 delegaciones y direcciones del Citma, lo cual contribuye a la economía nacional, la sociedad y en los territorios.
El 16 de septiembre de 1994 la Asamblea General de Naciones Unidas estableció el Día Internacional para la Preservación de la capa de ozono, coincidiendo con la firma del acuerdo de Montreal en 1987. Cuba, firmante desde 1992, también ratificó la Enmienda Kigali, que entró en vigor el 1ro. de enero de 2019 en aras de reducir más del 80 por ciento la producción y consumo de HFC en los próximos 30 años, se lograría así evitar hasta 0,4 grados Celsius de calentamiento global para finales de siglo.
Estos esfuerzos se complementan con los objetivos del Acuerdo de París de 2015, que promueve la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el aumento de la temperatura global; ambos acuerdos son cruciales para combatir el cambio climático y proteger la capa de ozono.
Bajo la máxima de Promover la acción climática y proteger la capa de ozono, OTOZ lidera las acciones en el país en coherencia con las pautas internacionales para la promoción de tecnologías y productos sustentables, la recuperación y destrucción de sustancias agotadoras del ozono en desuso, la educación y concienciación pública, el cumplimiento y aplicación de regulaciones, la investigación y monitoreo de la capa de ozono, la cooperación global y la revisión y actualización de acuerdos internacionales.
Estas acciones han contribuido a la recuperación de la capa de ozono en muchas áreas del mundo y a la reducción de daños a la salud y al medio ambiente. La cooperación global sigue siendo crucial para preservar y proteger la capa de ozono en el futuro. A pesar de los esfuerzos para eliminar las sustancias que la dañan, la recuperación completa llevará décadas.
El cumplimiento de regulaciones, la promoción de alternativas seguras y la concienciación pública son esenciales. Además, el cambio climático puede influir en la salud de la capa de ozono, por lo que la cooperación global y la investigación constante son fundamentales para garantizar su protección continua y la preservación de la salud de nuestro planeta.