El ‘mundo oculto’ bajo la Antártida que científicos encontraron tras perforar más de 500 metros de hielo
En el continente más frío del planeta, un equipo de tres científicos se encontraba investigando las capas de hielo cuando descubrieron un ‘mundo oculto’. Perforaron más de 500 metros de la plataforma Ross, en la parte occidental de la Antártida, donde habían detectado una ranura en imágenes satelitales. Sospechaban que podía haber una red de lagos y ríos ocultos, pero se llevaron una sorpresa mayor.
“Ya habíamos hecho experimentos en otras partes de la plataforma de hielo y pensábamos que teníamos todo bajo control, pero esta vez nos encontramos con grandes sorpresas”, comentó Craig Stevens, del Instituto Nacional del Agua y la Atmósfera (NIWA), uno de los investigadores, a The Guardian. Para derretir medio kilómetro del agua congelada utilizaron una manguera de agua caliente, según un comunicado oficial que da cuenta del hallazgo.
El mundo bajo el hielo de la Antártida
El equipo de investigadores, de las universidades de Wellington, Auckland, Otago y de Niwa, tenían la hipótesis de que bajo la fisura había un río. Entonces, perforaron el hielo en dirección al cauce. Pero, cuando bajaron la cámara, fue invadida por diminutos animales.
“Por un tiempo, pensamos que algo andaba mal con la cámara, pero cuando mejoró el enfoque, notamos un enjambre de artrópodos de alrededor de 5 mm de tamaño”, dijo Stevens al mencionado medio. Estos animales, caracterizados por esqueletos duros, están en el grupo de las arañas y cangrejos.
“En un experimento normal, ver una de estas cosas te haría saltar de alegría”, expresó el experto para un informe de la NIWA. La presencia de los artrópodos representa una clara señal de que en ese lugar se llevaban a cabo procesos ecosistémicos.
“Observar y probar este río fue como ser el primero en entrar a un mundo oculto”, señaló Huw Horgan, líder del proyecto. Además del descubrimiento, los científicos también recolectaron nueva información respecto a los efectos de la erupción del volcán Tonga en la Antártida, debido a que el suceso, en enero de 2022, coincidió con la expedición.
"Todo está conectado"
La erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai en enero de 2022 tuvo efectos significativos en la Antártida, como se detalla en el estudio de Craig Stevens y su equipo. Los investigadores dejaron instrumentos en el río para monitorear su flujo, temperatura y presión, con el fin de entender mejor las características únicas del agua y su ecosistema.
Las ondas de presión generadas por la actividad volcánica se registraron en el canal subglacial. Stevens destacó que los efectos de la erupción, a miles de kilómetros de distancia, fueron notables y sirvieron como un recordatorio de cómo eventos lejanos pueden influir en ecosistemas locales. “Es un recordatorio de lo conectado que está nuestro planeta”, dijo para la NIWA.
La erupción también liberó una cantidad sin precedentes de vapor de agua a la estratósfera, lo que podría tener implicaciones en el clima global y, potencialmente, en el derretimiento de los glaciares en la Antártida.