Rusia intensifica sus ataques de cara a las elecciones estadounidenses

La llegada de cientos de misiles iraníes a Rusia se ha convertido en otro paso más en su intento de aplastar la resistencia ucraniana y maximizar sus ganancias en el país invadido en los próximos meses. Vladimir Putin sigue convencido de que la presión continua de Rusia, en todos los frentes, puede convencer a los aliados de Ucrania de que cualquier resistencia es inútil a largo plazo y de que «una mala paz», por contradictoria que sea con el derecho internacional, puede ser una opción preferible. Maximizar sus ganancias en Ucrania, a pesar de las pérdidas de vidas humanas entre los propios soldados rusos, puede resultar especialmente útil en un momento en que un nuevo presidente estadounidense tendrá que tomar decisiones sobre futuras políticas en Ucrania y Rusia, después de las elecciones de noviembre.

Moscú espera que los misiles balísticos de corto alcance que ha recibido de Irán apoyen su intento de destruir el sistema energético ucraniano y otras infraestructuras críticas en el este, norte y sur del país antes del invierno. Esto también le permitirá a Rusia utilizar su limitado stock de misiles propios y norcoreanos para atacar el resto del territorio de Ucrania, señalan los analistas militares.

Mientras tanto, Rusia continuó sus ataques con misiles y aviones no tripulados en gran parte de Ucrania. En la noche del jueves, 64 drones Shahed y cinco misiles golpearon al país, mientras que en Járkiv y otras regiones fueron bombardeados durante el día. Tres trabajadores del Comité Internacional de la Cruz Roja murieron y dos resultaron heridos por los bombardeos en la región de Donetsk, donde ayudaban a llevar ayuda humanitaria. Un barco de carga que transportaba trigo a Egipto también fue alcanzado por un misil ruso en el mar Negro después de salir de un puerto ucraniano, reveló el presidente Volodimir Zelenski, pidiendo una fuerte reacción internacional.

Las fuerzas rusas también han lanzado una contraofensiva en su propia región de Kursk, donde Ucrania controla más de 1300 kilómetros cuadrados desde hace algunas semanas. Una gran columna mecanizada atacó a las fuerzas ucranianas en Snagost el martes, en medio de informes de intensos combates y bajas sufridas por ambos lados.

«Los rusos han iniciado acciones de contraofensiva. Está previsto por nuestro plan ucraniano», aseguró el jueves Zelenski. «Es una respuesta esperada por los rusos. Nuestros soldados están trabajando, nadie ha huido, aunque tuvimos que retroceder en algunos lugares», afirmó también Stanislav Buniatov, bloguero militar ucraniano y oficial del batallón Aidar.

Según el analista militar Oleksandr Kovalenko, Rusia tiene más de 35.000 soldados en la zona, que están contraatacando en cuatro áreas al mismo tiempo. Anteriormente, había dicho que Rusia tendría que emplear casi el doble de esa cantidad para lograr resultados rápidos en la zona, donde las tropas ucranianas pueden contar con algunas barreras naturales. Sin embargo, a pesar de que Rusia ha minimizado el uso de la artillería, todavía tiene una ventaja numérica significativa en la zona y los próximos días dirán qué esperar allí, escribe el analista.

Rusia también ha continuado su presión en la región oriental de Donetsk, donde ha logrado el mayor progreso en los últimos meses. Mientras que Ucrania ha podido repeler los ataques rusos cerca de Chasiv Yar, la puerta en el camino a Sloviansk y Kramatorsk, y Toretsk, las tropas rusas continúan avanzando al sureste de Pokrovsk. En los últimos días, Rusia ha capturado Lisivka y ha avanzado en otras localidades, incluido Nevelske.

De acuerdo con Buniatov, las fuerzas ucranianas tampoco han sido capaces de estabilizar la situación al norte de Selidove, una ciudad clave en la línea de defensa frente a Pokrovsk. «El enemigo ha estudiado nuestros puntos débiles, tiene muchas más tropas y material y tiene socios estables y leales que no tienen líneas rojas», subrayó. Rusia también tiene problemas de coordinación y sufre grandes pérdidas, pero, a diferencia de Ucrania, «dispone de suficiente artillería, material y aviación para compensar sus errores», explica el oficial. Según el Estado Mayor del Ejército ucraniano, Rusia también ha intensificado sus esfuerzos para capturar Kurajove, en el sur, donde hasta el jueves por la noche lanzó 33 ataques, en comparación con los 20 cerca de Pokrovsk.

Si bien Rusia espera socavar la resistencia tanto dentro como fuera de Ucrania, una mayor participación de Irán puede tener, sin embargo, los resultados opuestos. A pesar de la extrema cautela mostrada por Estados Unidos en su estrategia incremental de asistencia militar a Ucrania, los envíos de misiles iraníes pueden haber finalmente colmado el vaso y convencido a la Casa Blanca de permitir que Ucrania use misiles occidentales contra objetivos militares en territorio ruso.

Reino Unido y Estados Unidos han insinuado esto, tras la escalada de Rusia, afirmó el diputado ucraniano Oleksandr Merezhko, diciendo que espera que la decisión se tome en unas semanas. Washington todavía puede tomarse el tiempo para estudiar la lista de objetivos potenciales proporcionada por Ucrania, señaló.

El primer debate entre los candidatos presidenciales de Estados Unidos, Donald Trump y Kamala Harris, también fue seguido de cerca en Kyiv, donde ha generado preocupaciones tanto por la falta de apoyo a Ucrania expresada por Trump como por la falta de claridad de Harris. El republicano ha declarado recientemente que las pérdidas de Ucrania son mucho mayores de lo que afirma Kyiv y ha defendido la necesidad de poner fin a la guerra de inmediato, provocando temores en Ucrania de que se vea obligada a ceder gran parte de su territorio ocupado. Sin embargo, Merezhko cree que es prematuro sacar conclusiones sobre la verdadera política de Trump. «Es un político y simplemente dice lo que cree que puede conseguir más votos, mientras que la política exterior no es una cuestión prioritaria en este momento», subrayó.