Miguel Poveda: «Mi obra es un homenaje a Federico que contagió a muchos su amor por el flamenco»
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Son las doce de la mañana y parecemos guiris yendo a coger un barquito para dar la vuelta por el Guadalquivir, pero no, somos periodistas a los que nos han citado con Miguel Poveda, a dar un paseo en barco por el Guadalquivir, a modo de aquel barco 'Margarita' que en los años 80 albergaba un café cantante en donde Nazario y Ocaña eran asiduos. Miguel Poveda es uno de los recuperados de esta Bienal de Flamenco , hacía 14 años que no venía, «me llamaban todos los años pero no tenía proyecto para esas Bienales. Un día ví en redes que habían nombrado a Luis Ybarra director de la Biena, y pensé, me va a llamar, me va a llamar, y en un minuto sonó el teléfono y después de hablar le dije que sí, que tenía un espectáculo para esta Bienal. Es que se han dado todas las condiciones para volver a un festival que me merece todo el respeto, ahora es el momento«. Luis Ybarra, director de la Bienal, dijo que era curioso que Miguel Poveda no regrese a este festival desde 2010, «el mismo año en el que hizo su última participación Paco de Lucía». Para Ybarra, «el espectáculo de Miguel Poveda podría perfectamente ser la inauguración de cualquier festival de primer nivel , por el elenco, la propuesta, yo casi entiendo la inauguración de la Bienal como un acontecimiento que ocurre este fin de semana, porque después en el teatro Alameda a Enrique el Extremeño le bailará Manuela Carrasco por los cincuenta años de carrera«. Poveda protagoniza una de las denominadas 'noches únicas', con el título 'Federico y el cante', dos noches que han sido de las primeras en agotar el papel, nada menos que lo verán 3.600 personas , «tengo un pellizco que me muero, confiesa el cantaor. La gente no puede imaginarse lo que le pasa a uno 24 horas de un estreno. Ya no eres dueño de tí mismo, hay que hacer el trabajo mental de aplacar tu corazón y vivirlo como un disfrute y no como una condena. Es mucha la responsabilidad, pero voy a pasármelo bien». Miguel Poveda también participa en 'Caudal' , gala inaugural homenaje a Paco de Lucía con quien precisamente el cantaor grabó unas alegrías en su disco 'Artesano' en 2012. « Cuando recuerdo a Paco pienso en la magnitud de músico que era, pero también el gran ser humano. Era difícil desconectar del genio que tenías enfrente, aunque él trataba de que lo miraras de tú a tú. Era muy bromista, destensaba el ambiente para que no lo vieras como Paco de Lucía«. Recordaba que cuando lo llamó para grabar el disco le contestó que su caché era un jamón. « A Paco le encantó que le llamase para tocar por alegrías, y me dijo que no cobraba, que su precio era un jamón . Le dije a la discográfica que le mandaran el jamón, pero como no lo hacían, se lo mandé yo. Un día me llamó y me dijo que sabía que el jamón se lo había comprado yo, que la discográfica le enviara otro. Pero murió antes de recibirlo«. Para Poveda hablar de Paco de Lucía es hacerlo como si estuviese vivo, «porque su música es atemporal, podrán pasar siglos y siempre estará vigente. En la inauguración recordaremos momentos muy especiales de su carrera. Yo, como no soy guitarrista aportaré mi cante, y he escogido el 'Poema de la guitarra' de Federico para dedicárselo, y le he puesto música con los Makarines«. 'Federico y el cante' es una obra homenaje al poeta. «No se centra en la poesía de Federico, sino en el entusiasmo de un poeta que con veintipocos años se involucró en la organización del Concurso de Cante Jondo de 1922, se basa en su amor al flamenco. Ese ímpetu hizo que junto a Falla y otros intelectuales, se diera ése hecho histórico, y luego además, é l contagió a mucha gente su entusiasmo y amor por flamenco, a gente que miraban por encima del hombro esta música. Más que cantar a Federico lo que se expresa es gratitud hacia un poeta que dejó constancia de su amor por el cante, no sólo en el 'Romancero Gitano' o 'Poema del cante jondo', sino en las conferencias que dió por medio mundo. Fue el gran divulgador del flamenco«. En el espectáculo sí hay los poemas que Federico hizo a Juan Breva, Silverio Franconetti y a Sevilla, «pero lo demás son cantes de Tomás Pavón, Chacón, Pastora, Manuel Torre, El Tenazas, Caracol ..., de todos aquellos que enamoraron a Federico. Ese espíritu lorquiano está ahí«. Confiesa Miguel Poveda que durante los trece años que vivió en Sevilla, «todos los años me llamaban para cantar una saeta , todos, y yo no me atrevía, qué miedo, siempre me negué. La propia Matilde Coral me invitó a hacerlo, pero me moría de vergüenza. Y ahora me encuentro en el poemario de Federico, en 'Poemas del cante jondo', varios poemas dedicados a la Semana Santa, a lo religioso, y no quería obviar esa parte, pensé que ahora era el momento y asumí el reto, pero quería acompañarme por una de las mejores bandas que tiene Sevilla que es Virgen de los Reyes y creo que va a ser uno de los momentos emotivos del concierto«. A estas colaboraciones se unen Manuel Londro, los Makarines y Carlos Grilo y la dramaturgia de Alberto Conejero , «que ha conseguido dar un mensaje hermoso para el cante». Otro de los invitados en este espectáculo de Poveda es Eva Yerbabuena , con quien ya ha compartido otros escenarios. «Eva se ríe cuando la llamo. Una vez lo hice para bailar por sevillanas con Juan Carlos Romero y otras dos con Dorantes. Y en esta ocasión le dije que quería que bailara por bambera. Y me dijo que nunca había bailado por este palo. Y le dije: pues ya te toca. Es una bambera para la que sí he escogido un texto de Federico, que nace de aquel poema que se llama 'Baile'. Hay una parte de la música con un estilo que hizo Menese que me encanta, y que he incluido. Y lo que hace Eva es descomunal. Ni me ha querido cobrar, y se ha involucrado muchísimo. Su presencia es un regalazo «. Otro de los que aporta momentos muy emotivos es Diego del Morao , «Federico habla mucho del duende, y hay un momento que Las Tatas del Barrio de Santiago de Jerez , que algunas vienen de la peña tío José de Paula, ilustran muy bien eso de lo que hablaba Federico en teoría y juego del duende. En ese momento jerezano siempre he encontrado la magia, en el flamenco en general lo hay, pero tengo un gran amor por Jerez que ni quiero ni puedo disimular«. Dice el cantaor que nunca se ha apartado del flamenco, «he aprendido estos años que no hay que desconectar. Soy muy inquieto y tengo pasión por otras músicas, y tengo proyectos como aquel disco de sonetos y poemas donde cantaba a Quevedo, Góngora, Lope de Vega, era un disfrute, pero no estaba en clave flamenca. Una vez vine a una Bienal y cometí un error al presentar 'Poemas del exilio' de Rafael Alberti que llevaba una música contemporánea, nada que ver con el flamenco tradicional, y aprendí la lección. Estos proyectos no eran para venir a una Bienal y estaba tan metido en eso..., pero ahora he estado tranquilo, he estado muy pegado al flamenco y mi atmósfera está más acorde. Ya he saciado mi ser de probar con otras músicas, y ahora me quedo en el flamenco, en el cante. Me apetece más estar en el universo del cante, además la gente también con los años te dota con una responsabilidad que debes asumir. Yo debo agradecer a la música que me ha hecho alguien, y eso es el flamenco, y cuando pasas de los 50 te planteas: cuando me vaya, ¿cómo quiero ser recordado?. Debo ser muy responsable con el flamenco«. Sigue el paseo, el río coge otros acentos, estamos llegando a Triana y el barco pasa por debajo del puente que cruza a Sevilla, Miguel Poveda lanza su mirada hacia la otra orilla y se pone en pie, «allí, bajo aquel árbol, están las cenizas de mi padre...No voy a querer yo a Sevilla» y la mirada del cantaor se rinde a los recuerdos.