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Un Rolls-Royce de John Lennon, un Isotta Fraschini de una estrella de Hollywood y otras joyas que han triunfado en el concurso Salon Privé

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Abc.es 
El mes de agosto es de vacaciones para medio mundo, pero la actividad se dispara en lo que respecta a los eventos de lujo. El buen tiempo y el clima veraniego son la combinación perfecta, por ejemplo, para la celebración de los festivales de coches clásico de lujo más importantes del planeta. A mediados de agosto tiene lugar el más famoso, Pebble Beach , en la localidad californiana de Monterrey: una reunión donde se dan cita algunos de los coleccionistas de coches más famosos , y en la que brillan joyas de cuatro ruedas como el Bugatti Type 59 Sports de 1934 que ha ganado el premio grande en la presente edición. Y apenas unos días después se celebra en Inglaterra un festival automovilístico en la misma línea, aunque menos conocido para el gran público: el Salón Privé . Con un marco inmejorable para celebrar un evento de este tipo, el palacio Blenheim, el más grande de Gran Bretaña y residencia de los duques de Marlborough, además de edificación protegida por estar declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el Salón Privé es a los automóviles lo que Ascot o Cheltenham para las carreras de caballos en Reino Unido. El glamour que se respira en este evento está a la altura de las celebraciones hípicas más elitistas de las islas británicas, pero en vez de los mejores caballos (y más caros) del país, se dan cita algunos de los coches clásicos más bonitos y lujosos del mundo —también hay clásicos modernos que participan en el concurso—. No tiene todavía la tradición de Pebble Beach —ha cumplido 74 años y el británico no llega a las 20— pero como ocurre con el festival estadounidense, el concurso es la gran cita del Salon Privé. Es el único certamen de este nivel en Reino Unido , y ese prestigio en aumento hace que cada año participen automóviles clásicos de mayor nivel. Todos ellos «posan» en los jardines del majestuoso palacio de Blenheim, dejando estampas icónicas que son ya de por sí un premio para los propietarios de los coches clásicos que participan en las distintas categorías. Como en Pebble Beach, hay numerosas categorías distintas en el certamen, incluyendo premios especiales como el del presidente, que en la edición 2024 ha recaído en un Rolls-Royce Springfield Silver Ghost de 1923 . El coche, fabricado en la fábrica de la marca en Springfield (Massachusetts) y que luce una carrocería Pickwick cerrada, inició su aventura en Penn Motors en 1924, que lo vendió a su primer propietaria privado, Robert M Stein de Baltimore, en septiembre de 1926. Fue este propietario quien devolvió el chasis 77JH a la fábrica de Springfield para cambiarla por su chasis actual, el denominado Pall Mall, configuración que ha mantenido desde entonces —fue restaurado por LaVine Restorations en 2022-2023, según la organización de Salon Privé—, con la que ha triunfado en Pebble Beach Concours d'Elegance primero, donde fue segundo en su categoría, y ahora en el concurso británico. «Este distinguido vehículo de colección es uno de los dos únicos turismos de doble capó Pall Mall fabricados en Estados Unidos que aún se conservan», apuntan desde Salon Privé sobre este Rolls-Royce clásico. Otro de los coches dignos de mención que ha brillado en el concurso británico es el un Aston Martin DB6 Coupé de 1967 propiedad de Ed Law que ha ganado el premio 'best Club Car Classic', y también el Noble M600 Carbon Fibre de 2013 propiedad de Andry Black , que se ha impuesto en la categoría de 'Best Club Car Modern Classic'. Además, el premio 'Duke of Marlborough' ha sido para un Lamborghini Diablo de 1993 con un acabado en un espectacular tono Diablo Rosso, y el llamado trofeo 'George Barry Gregory' fue para otro clásico de Rolls-Royce, un Phantom V de 1965 que, según la organización del concurso, en algún momento fue propiedad de John Lennon. Este motivo le valió también el premio al coche más icónico del concurso. Al parecer, según Salon Privé, este Rolls-Royce fue vendido a la estrella de la música, con The Beatles primero y en solitario después, en el año 1967, ya con una nueva matrícula (EUC 100C) y una nueva pintura en color blanco. «Lennon también instaló un techo Webasto, así como un tocadiscos Philips, un reproductor de 8 pistas, un teléfono y un televisor», indican desde el festival. Para el interior del coche, añaden, « se utilizaron fundas de percal blanco para el interior porque Lennon y Yoko Ono no querían utilizar pieles de animales ». No es de extrañar, con tantas particularidades en su historia y en su configuración, que esta unidad apareciera en la película 'Le it be' y también en 'Performance', una cita protagonizada por otra superestrella de la música, Mick Jagger, el líder de los Rolling Stones. Lennon vendió el coche en 1969 a Allen Klein, fundador de ABKCO Records y mánager de los Beatles en ese momento, cuya familia lo ha mantenido en su posesión desde entonces. Sin embargo, ninguno de los modelos citados hasta el momento en la pieza ha sido el triunfador en la categoría más importante de cuantas consta el concurso del Salon Privé. Esta tiene el mismo nombre que en Pebble Beach, 'Best of Show', y encumbra al mejor coche de todo el concurso. En la edición 2024 recién finalizada, se han quedado con la miel en los labios un Rolls-Royce Phantom II de 1933 propiedad de Lord Bamford y un Isotta Fraschini Tipo 8AS Fleetwood Roadster de 1927 , que han sido segundo y tercero respectivamente en la categoría reina del concurso. El primero es una unidad encargada a medida en agosto de 1933 por el magnate del algodón Sir John Leigh en agosto de 1933, que lo vendió posteriormente. El coche cruzó el charco desde Reino Unido a Estados Unidos en los años 50 para caer en las manos de un coleccionista estadounidense de Toledo (Ohio), y fue comprado por su actual propietario en 2013. Este le devolvió su pintura original en dos tonos. Por su parte, el Isotta Fraschini Tipo 8AS Fleetwood Roadster de 1927 que ha quedado en tercera posición es un diseño encargado por el actor italiano Rudolph Valentino, aunque falleció antes de poder conducirlo. Según Salon Privé, el coche cuenta con «una carrocería de roadster única diseñada por LeBaron de Nueva York y construida por Fleetwood Metal Body Company». Debido al fallecimiento del que iba a ser su propietario, y teniendo en cuenta su fama en el Hollywood de la época, la casa decidió mostrarlo en el Salón del Automóvil de Nueva York y posteriormente en el escaparate de Isotta Motors. Solo un Ferrari 335 S de 1957 ha sido capaz de convencer al jurado de Salon Privé por delante del Rolls-Royce y el Issotta. Esta joya del Cavallino Rampante, propiedad del estadounidense Brian Ross, ha sido elegido como el mejor coche de todo el concurso británico. Con número de chasis 0674, la escudería Ferrari utilizó este coche en el año 1957 para ponerlo en manos de pilotos como el inglés Peter Collins o Wolfgang von Trips. El coche participó en carreras icónicas como las 12 horas de Sebring o la Mille Miglia, y también participó en las 24 horas de Le Mans. En el circuito de La Sarthe fue pilotado por Mike Hawthorn y Luigi Musso, que marcaron la vuelta rápida de la edición del año 1957, aunque no pudieron cruzar la línea de meta. Salon Prive explica que el coche pasó a manos de Luigi Chinetti, fundador del North American Racing Team, que lo inscribió en el Gran Premio de Cuba en febrero de 1958, donde el coche salió victorioso gracias a la pericia del piloto Stirling Moss. Tras abandonar los circuitos, el mejor coche de la edición 2024 del Salon Privé pasó a formar parte de la colección privada de Pierre Bardinon y ahora, 67 años después de salir de Maranello, el Ferrari 335 S ha triunfado en tierras británicas, donde ha conquistado al jurado de Salon Privé p«con su belleza eterna, ingeniería excepcional y rica historia de las carreras», conclute la organización.