El PP europeo presiona para diluir el poder de Ribera en la nueva Comisión Europea
Las negociaciones para cerrar la composición de la nueva Comisión Europea se complican. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, anunció ayer que retrasa una semana el anuncio del reparto de su nuevo Colegio de Comisarios, que debía presentarse hoy a la Conferencia de Presidentes de la Eurocámara.
La lista de candidatos no está completa por varios motivos. El oficial es que hay que esperar a la opinión del Parlamento esloveno sobre la candidatura de la ex embajadora Marta Kos, que Liubliana presentó tras la renuncia del anterior candidato, el expresidente del Tribunal de Cuentas, por diferencias de criterio con Von der Leyen.
El segundo motivo es que la paridad en las carteras está muy lejos de ser la deseada. De hecho, sólo España, Portugal, Suecia, Finlandia y Croacia han presentado candidatas, lo que podría beneficiar a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera.
La tercera razón tiene que ver con las presiones del Partido Popular Europeo, mayoritario en la Eurocámara, para «diluir» al máximo las responsabilidades de Ribera en caso de resultar elegida, algo que se da por hecho. El PPE pretende que cuando el próximo 17 de septiembre se presente la lista de candidatos en la sesión plenaria de la Eurocámara, Ribera quede desprovista de competencias en todo lo referido a la Agenda Verde o el Pacto Industrial Verde.
Las opciones de Ribera van desde una vicepresidencia ejecutiva vinculada a la Transición Industrial que abandera Von der Leyen, una importante iniciativa legislativa para reindustrializar el Viejo Continente, a la relevante cartera de Competencia, que durante una década ha dirigido la danesa Margrethe Vestager y que ya ocupó en el pasado un socialista español, Joaquín Almunia.
Euronews aireó hace unos días una lista con posibles nominados y sus responsabilidades que desvelaba que el núcleo duro de los cargos y los asuntos más relevantes quedarían en manos de los candidatos del PPE al que pertenece Von der Leyen. Esto dejaría a Ribera como única representante socialista de peso en la Comisión, lo que podría favorecer que sus atribuciones fueran «transversales» en materias que incumben a aspectos económicos e industriales.
En este sentido, los documentos sobre las quinielas del reparto de cargos destapados por Euronews confirmaban tres vicepresidencias: una para el francés Thierry Breton, a cargo de las responsabilidades de Industria y Autonomía Estratégica, otra para el italiano, Raffaele Fitto, al frente de Economía y Recuperación de la pandemia y otra para Ribera, vinculada a la Transición verde y digital.
Eso es precisamente lo que quiere evitar buena parte del PPE, que Ribera tenga mano, aunque sea de forma colateral en asuntos que atañen a la economía. El razonamiento de los conservadores europeos, recogido por «Politico» es que Ribera puede quedarse con el clima, pero no con la economía. «Politico» cita al vicepresidente del PPE, Sigfried Muresan, que considera que el partido mayoritario en la Eurocámara «se resistiría a una visión tan izquierdista» como la que enarbola Ribera.
Tampoco está claro si, aunque de forma indirecta, Ribera tendrá atribuciones en asuntos energéticos vinculados a la industrialización verde o el cambio climático. Tanto el sector nuclear como Francia, paladín de esta fuente de generación, recelan de esta posibilidad.
En principio el encargado de la cartera de Energía iba a ser el checo Jozef Síkela, pero un miembro del Gobierno checo deslizó el pasado fin de semana durante un debate en televisión que sus atribuciones estarían vinculadas a asuntos comerciales.