Hacienda: el chantaje como método de convicción

Sin tener atados los apoyos a su proyecto de Presupuestos, el Gobierno aprobó ayer el mismo techo de gasto (195.000 millones de euros) y la senda fiscal que, en un primer intento, le tumbó el Congreso el pasado julio. Siendo las cifras iguales a las anteriores, María Jesús Montero echó mano de la amenaza al advertir que, de no ser aprobado, se emprendería un ajuste presupuestario según el cual los gobiernos autonómicos y municipales perderían unos 12.000 millones de euros de margen de gasto en los próximos dos años, en virtud de las exigencias de contención del déficit que marca Bruselas. La endeblez jurídica de este argumento ha sido cuestionada por los expertos y no está claro que tenga que ser así. La amenaza se enmarca dentro de la discusión de la inconstitucional concesión a Cataluña de la independencia fiscal (vía concierto), según la cual el resto de los gobiernos autonómicos del régimen general perderían otros 13.000 millones de euros cada ejercicio, haciendo inviable de todo punto la supervivencia financiera de quien no se avenga al penúltimo trágala del sanchismo.