Los tumores de la sangre serán el quinto cáncer más frecuente en España en 2025
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Los tumores hematológicos ya ocupan el quinto lugar de la lista de cánceres más frecuentes en España, según el informe 'Las cifras del cáncer sanguíneo en España: estimaciones de incidencia para 2025 y análisis de supervivencia' presentado este martes por la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH). Con motivo de la celebración en septiembre del Mes del Cáncer Sanguíneo, ambas organizaciones presentaron este informe. En rueda de prensa, la presidenta de la SEHH y coordinadora del Grupo Español de Mieloma del Programa Español de Tratamientos en Hematología (GEM-Pethema), la doctora Mª Victoria Mateos, comentó que «una de las principales conclusiones de este análisis señala que, en el próximo año, se diagnosticarán 25.770 nuevos casos de cáncer sanguíneo en España». Por lo tanto, añadió, «será el quinto tumor más frecuente, por detrás de los cánceres de mama, pulmón , próstata y colon». Del total de nuevos casos, 14.258 se diagnosticarán en hombres y 11.397 en mujeres. Por su parte, el facultativo de la Unidad de Epidemiología y Registro de Cáncer de Girona (ICO-Girona) y coordinador del grupo de investigación HematoRedecan, el doctor Rafael Marcos-Gragera, recordó que «los cánceres sanguíneos son un grupo de enfermedades con características clínicas bien establecidas y perfiles muy heterogéneos, que se dividen en tres grandes grupos: las neoplasias linfoides, las neoplasias mieloides y las histiocitosis». Las neoplasias linfoides son las más frecuentes, representando el 71% del total de neoplasias hematológicas estimadas para 2025, con 18.357 nuevos casos. Las neoplasias linfoides con mayor incidencia serán las neoplasias de células B maduras, que representan el 78% del total, seguidas del linfoma de Hodgkin (9%), las neoplasias de células T y NK maduras (7%), y de las neoplasias de células precursoras (3%) y neoplasias linfoides inespecíficas (3%). Dentro de las neoplasias linfoides de células B maduras, la mayor incidencia corresponderá al linfoma difuso de células B grandes (27%), al mieloma múltiple (22%), al linfoma folicular (18%) y a la leucemia linfocítica crónica (14%). Por su parte, en estas estimaciones para el año que viene, las neoplasias mieloides representarán el 28% de todos los cánceres sanguíneos, con un total de 7.148 nuevos casos, siendo las más frecuentes las neoplasias mieloproliferativas (39%) -trombocitemia esencial, policitemia vera y mielofibrosis primaria-, la leucemia mieloide aguda (27%) y los síndromes mielodisplásicos (24%). Como conclusión, en el grupo de las neoplasias linfoides, la incidencia se mantiene estable en los últimos años, siendo más frecuentes en hombres que en mujeres y aumentando con la edad. En el caso de las neoplasias mieloides, se observa un ligero descenso en la incidencia, siendo mayor en los hombres e incrementándose con la edad. Por su parte, las histiocitosis sólo representarán el 1% de la incidencia de todas las neoplasias hematológicas para el 2025, con una estimación de 264 nuevos casos. Igualmente, la supervivencia global de los cánceres sanguíneos durante el período analizado en el informe (2009-2018) fue del 62,1%. Dentro de este grupo, las neoplasias linfoides mostraron un mejor pronóstico, con una supervivencia a los 5 años del diagnóstico del 67,9%, en comparación con el 49,5% observado en las neoplasias mieloides. Las mujeres tuvieron tasas de supervivencia más altas, con un 66,1%, en comparación con el 59,0% registrado en los hombres para el conjunto de estos tumores. En el informe también se recogen datos relativos a la población infantil (entre 0 y 14 años). El dato principal es que, el año que viene, se podrán diagnosticar un total de 445 nuevos casos de cáncer sanguíneo, de los cuales, el 64% corresponderían a leucemias (287 nuevos casos) y el 36% a linfomas (158 casos). Estas cifras demuestran que no se producirá un aumento en la incidencia en este grupo de población. Respecto a las estimaciones de supervivencia a los cinco años del diagnóstico, la media se sitúa en un 84,5%, sin diferencias por sexo. Se observaron diferencias entre grupos de edad, con los menores de un año presentando los valores más bajos de supervivencia (71,1%), seguido de los diagnosticados entre 10 y 14 años, con una supervivencia del 79,3%. En cambio, los niños que recibieron el diagnóstico entre 1 y 9 años mostraron supervivencias muy similares, alrededor del 87%.