Hay que ser más justos con Xavi y, de paso, también con Ferran
En el fútbol hay que pontificar cada semana y lo curioso es que hay tanta prisa por llegar a una verdad absoluta que, según como vayan las cosas, el mismo que decía A en septiembre dice B en octubre. Hago todo este preámbulo porque llevo unos días escuchando declaraciones de jugadores del Barça que, estando en sus selecciones, parece que para poner en valor el trabajo que están haciendo con Flick deban menospreciar lo que hacían con Xavi. Me parece oportunista y hasta de mal gusto oír eso de “ahora sí entrenamos....” o cosas así. Me pregunto qué dirán si -ojalá no sea así- luego llegan lesiones ¿Quizás oiremos que “se entrena demasiado”? De momento, los culés estamos muy contentos con lo que hemos visto en este inicio de temporada con Flick y de ahí que lamentara en mi anterior artículo este parón internacional. Pero tampoco olvidemos que Xavi ganó una Liga para el Barça en tiempos complejos y subió a gente que igual hoy ni conoceríamos, como Fermín, o incluso el propio Lamine. Por otra parte, creo que lo que se está viendo de la selección española es una buena brújula para el Barça. Con alguna excepción veterana como Lewandowski en el Barça, ni Flick ni De la Fuente tienen en su vestuario a esa clase de superestrellas consagradísimas, lo que muy probablemente haga más viable la idea de equipo. Eso permite, por ejemplo, que en el minuto 20 del Suiza-España, tras la expulsión de Le Normand, el seleccionador pueda sacrificar a un Pedri o que luego pueda sustituir sin cargos de conciencia al gran futbolista emergente, Lamine, por un jugador al que, en contra de cierta corriente de opinión, aquí siempre he tendido a valorar en una plantilla. Me refiero a Ferran Torres, un jugador que sin ser especialmente vistoso, suele acabar presentando una cifras en goles y asistencias que en el fútbol de élite no son nada fáciles de lograr. Con la selección, por ejemplo, suma 22 goles en 49 partidos -casi a gol cada dos partidos-, y eso, sin ser titular. Tener gol es una cualidad muy importante en este juego.