Menos originales y más ‘ventaneo’: las series de TV exigen ahora una cadena y una plataforma
El sector audiovisual es un sector rentable, que puede generar mucho dinero, pero es fluctuante. El dinero va y viene, y aunque general el balance es muy positivo, hay peligro de que el sector se pueda venir abajo. Es lo que explican los expertos.
De momento, ahora, con la vuelta de verano, hay una nueva tendencia que parece consolidarse. Después de varios años, fuentes de varias productoras consultadas por Confidencial Digital confirman que prácticamente se ha puesto fin al sistema de contratación de originales (un producto exclusivo para un canal o plataforma) que se estilaba en los últimos años. Ahora toca apostar por el denominado ‘ventaneo’.
¿Qué son los originales? Un original es una serie o una película que se puede consumir solo en una plataforma o en un canal de televisión. Según insisten las fuentes consultadas esta tendencia, al menos en España, no funciona. No es rentable. Sólo contadas excepciones salvan el corte.
“El sector ha demostrado que apenas aporta beneficio” trabajar con un volumen de series y películas producidas sólo para ser lanzadas “en una plataforma o un canal de televisión”. Por este motivo, se han reducido el número de creaciones de este tipo y se ha consolidado el sistema de la coproducción.
Estas fuentes valoran, por ejemplo, el sistema implantado por Atresmedia, que cuenta con varias ventanas de emisión (el denominado ‘ventaneo’): “Atresplayer, la emisión pura en abierto y, para terminar, el formato se vende a Netflix, y así generas verdadera rentabilidad”, explican.
No es un caso exclusivo de una cadena. Este sistema lo están aplicando todos los canales. Por ejemplo, RTVE ha lanzado varias producciones junto con Amazon Prime. Mediaset también tiene un acuerdo para la distribución de contenidos en esta misma plataforma.
Otra opción que se está consolidando para mejorar la rentabilidad de las nuevas series y películas es la venta del producto a otros países. Un ejemplo son los dos millones que generó ‘La Promesa’ por la venta de los derechos a doce canales audiovisuales.
Los productores consultados aseguran que el sistema de coproducción no es necesariamente malo para ellos. Al ocuparse en ocasiones de la gestión de intermediación entre plataforma y canal de televisión, acaban consiguiendo más protagonismo en la toma de decisiones sobre cada proyecto.