El macrobotellón juvenil de Palmas Altas se convierte en un problema de inseguridad
0
Un incidente ocurrido la madrugada del pasado sábado en la zona de Palmas Altas , lugar habitual de reunión de los jóvenes sevillanos, ha puesto de relieve la inseguridad de esta zona utilizada desde hace años para botellonas juveniles los fines de semana. Alejados del centro de la ciudad, sin viviendas cercanas, este enclave no causa quejas vecinales pero la falta de luz y su singular ubicación favorece las peleas y la falta de seguridad. Una de ellas se produjo precisamente la madrugada del sábado y testimonios recabados por ABC de jóvenes presentes hablan de un grupo de jóvenes que rompieron unas botellas como los causantes. Aunque no se llegó a mayores ni se produjeron heridos, muchos de los presentes tuvieron que abandonar el lugar (algunos llamaron a sus padres para que los recogieran) para evitar males mayores. La zona de Palmas Altas, en la zona sur de la ciudad, y la avenida Alfredo Kraus, a la altura del depósito municipal de vehículos, son dos puntos calientes, con botellones que llegan a concentrar a más de 500 jóvenes cada uno desde hace años. Fuentes policiales aseguran no tener datos sobre esta pelea ni sobre problemas de seguridad, aunque admiten que realizan intervenciones en esas zonas de forma periódica -la última hace una semana- para disolver las concentraciones. «Aunque a veces entramos en caravana con los vehículos y las luces puestas para disuadirlos, salen corriendo y luego vuelven cuando nos hemos ido. O se van directamente a otro sitio. Es como el juego del ratón y el gato», dicen. En el aparcamiento en superficie de Palmas Altas que se habilitó junto al centro comercial, l a Policía Local ha contabilizado algún fin de semana hasta 500 personas en 150 vehículos, muchos de ellos con el capó abierto para consumir bebidas en grupos con los amigos. Hace algunos años la Policía Local de Sevilla evitó una quedada multitudinaria de jóvenes en esa zona organizada a través de las redes sociales tras detectar la convocatoria en internet y presentarse en en la zona. Otras actuaciones policiales se han extendido a los barrios de Bermejales y Heliópolis, dónde se han formulado cientos de denuncias a causa de la botellona. Tanto Palmas Altas como Parque Guadaíra han estado colonizadas por menores y jóvenes que apenas han cumplido la mayoría de edad. Especialmente preocupa en Parque Guadaíra donde suelen acudir adolescentes que han sido abordados en el pasado por pandillas violentas También hay concentraciones juveniles junto al Acuario, en Tablada, cerca de la antigua discoteca EM y en la explanada de Santa Justa, aunque está práctica ha ido se ha ido atomizando y extendiendo por toda la ciudad, desde Sevilla Este a Los Remedios . Y en los últimos años, los agentes han detectado cómo la edad media de los jóvenes que hacen botellón ha caído y hay pandillas de delincuentes juveniles que aprovechan estos puntos para asaltar y robar. Ya se han desarrollado varias operaciones en esta línea, con resultados desiguales a nivel judicial. La Alameda es el gran foco de atracción de ocio nocturno del Casco Antiguo y aquí el perfil de los que recurren a beber en la calle responde más a estudiantes y jóvenes extranjeros, que buscan una alternativa más económica a las consumiciones en los establecimientos. La Alameda es, además, lugar habitual de concentración de las hinchadas de los equipos que vienen a jugar a Sevilla y poco a poco se ha ido granjeando una fama para desesperación de sus residentes. Los efectos de esta práctica la sufren ellos, que tienen que soportar a la mañana siguiente cómo hay restos de cristales incluso en los dos parques infantiles habilitados al principio y al final del bulevar. El campo de la Feria, junto al puente de las Delicias o los alrededores de la estación de metro de Blas Infante y la sede del Lipasam son los otros puntos de concentración de gente muy joven. Es cierto que los incidentes registrados en los últimos años han vaciado estos botellódromos por ahora. Si bien los vecinos están convencidos de que volverá. En la zona del Casino de la Exposición, alrededores del Lope de Vega y el bar Chile se mueven jóvenes por encima de los 20-23 años, que han ido desplazando a grupos de menor edad. También hay concentraciones en la Cartuja los días de conciertos. Es habitual ver a numeroso público a lo largo de la avenida de los Descubrimientos horas antes del evento musical, calentando motores. La Cartuja también es más botellódromo de verano porque en esta época funcionan algunas de las terrazas. Más perenne son los botellones que se montan alrededor de discotecas que abren todo el año como Antique. Aquí, el perfil responde más a jóvenes por encima de los 25 años porque por debajo de esa edad lo tienen más complicado poder entrar en ese local nocturno. En Santa Clara, el epicentro del botellón lo constituye los alrededores de la discoteca OCCO a la que acuden centenares de jóvenes todos los fines de semana, tomando la vía de servicio que discurre en paralelo a la avenida Montes Sierra. Es probablemente la zona que registra en estos momentos el mayor número de personas bebiendo en la calle. El perfil es variado, desde gente muy joven a grupos que superan los 30 años. A pocos metros, en la plaza Carlos Franco Pineda, que está junto a la discoteca Theatre, también hay localizado otro punto de concentración juvenil importante. L os vecinos lamentan cómo el botellón se está extendiendo hasta las calles residenciales y los jardines que rodean los bloques de viviendas y casas. En Sevilla Este, el botellón se localiza principalmente en los exteriores de discotecas y locales de ocio como los que se ubican en la calle Innovación. En Nuevo Torneo funcionan discotecas de corte latino donde acude mucha población inmigrante. Los exteriores de estos locales son lugares tomados por el botellón durante las primeras horas de la noche. La Policía ha tenido que intervenir en varias ocasiones por altercados importantes en el interior de los establecimientos.