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Сентябрь
2024

Plásticos inundan el país y nuestros cuerpos, incluido el cerebro

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En 1907 se inventó la baquelita, primer plástico completamente sintético, caracterizado por ser duro, resistente al calor y no conductor de electricidad. Estas propiedades lo hicieron ideal para su uso en la industria eléctrica y en otros campos.

A partir de entonces, el desarrollo de plásticos ha sido imparable, con la creación de materiales como polietileno, PVC, nailon y otros, cada uno diseñado para diversas aplicaciones industriales y comerciales. Hoy, es un material indispensable para la vida moderna.

Lo que era inimaginable hace casi 120 años es que la propensión humana a desechar irresponsablemente lo que ya no se necesita conduciría a una situación en la que casi todo lo que consumimos, e incluso respiramos, esté impregnado de partículas plásticas, desde grandes fragmentos hasta micro y nanoplásticos.

La última semana de agosto, científicos chilenos del programa latinoamericano Científicos de la Basura, con sede en la Universidad Católica del Norte de Chile, e investigaciones llevadas a cabo en cooperación con científicos del Parque Marino del Pacífico, la Universidad Nacional y el Sinac, hallaron acumulación de plásticos en todas partes, seguida de colillas de cigarrillos y otros desechos, en especial en Centroamérica y Colombia.

Otro estudio, publicado en Environmental Psychology, revela que, en las ciudades latinoamericanas, donde los estudiantes están expuestos a múltiples estímulos, como el tránsito, el crimen y los peatones, la presencia de basura es uno de los últimos factores en ser considerados.

Un estudio publicado en julio en Hazardous Materials por investigadores chinos describe el hallazgo de microplásticos en todas las muestras de médula ósea humana analizadas. Este es el primer estudio de su tipo.

Otros han detectado micro y nanoplásticos en diferentes partes del cuerpo humano. En mayo, una investigación publicada en Science of the Total Environment reveló que hay microplásticos en fluidos seminales humanos. Además, de acuerdo con un estudio estadounidense, publicado en enero del 2022 en Environmental Pollution, la exposición a ftalatos (compuestos químicos derivados del PVC) se asocia con mortalidad por todas las causas, especialmente cardiovasculares, con costos sociales estimados en $39.000 millones al año. Estos compuestos probablemente se encuentran adheridos a los MNP (micro y nanoplásticos).

Frente a estos datos, tal vez sigamos siendo escépticos, pero la “explosión de investigaciones” aún podría depararnos más sorpresas desagradables. Investigadores de la Universidad de Nuevo México determinaron que las concentraciones de micro y nanoplásticos en cerebros humanos provenientes de autopsias eran entre 7 y 30 veces mayores que las observadas en hígados o riñones. El estudio fue publicado en mayo en la Research Square.

Esto sugiere que los plásticos tienden a acumularse en el cerebro, y la mayoría son partículas nanométricas similares a fragmentos. Existe una tendencia creciente en las concentraciones de MNP acumuladas en el cerebro, lo que podría estar vinculado al aumento en los diagnósticos de la enfermedad de Alzheimer, una invitación urgente a más investigación sobre el problema.

En Costa Rica, parece haber una tranquilidad pasmosa, como si nada de esto nos afectara, como si los nublados del día fueran a traer un mejor mañana. Los resultados del estudio chileno sobre la indiferencia de los escolares hacia la basura pueden extrapolarse a la indiferencia de las principales compañías contaminadoras del medioambiente, debido a la producción y uso de plásticos, la indiferencia de las personas que desechan basura en cualquier lugar y del gobierno para realizar cambios sustanciales, como promover nueva legislación o reformar el pésimo sistema educativo, que tomarán años en dar resultados y debimos de empezar ayer.

La producción de plásticos se ha incrementado exponencialmente. En el 2021, se produjeron casi 400 millones de toneladas en el mundo. El reciclaje no es una solución eficaz, ya que menos del 10 % del plástico se recicla y este porcentaje está disminuyendo debido al alza anual de la producción. La economía circular podría ser una solución viable, si se promueve la reutilización y el rechazo de plásticos siempre que sea posible, pensando en el bienestar de nuestra niñez y las futuras generaciones.

angel.herrera.ulloa@una.cr

El autor es profesor en la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional.