Ni Ámsterdam ni Róterdam: el lugar de Países Bajos ideal para disfrutar de edificios históricos y canales
Si se piensa en los Países Bajos (aunque algunos lo siguen llamando Holanda), siempre se suelen venir a la cabeza las mismas ciudades, y es que Ámsterdam, Rotterdam o La Haya son los tres principales centros turísticos de la nación de los tulipanes. Eso sí, hay una urbe que también recibe miles de visitantes cada año y que, aunque quizás no sea tan célebre como las anteriores, puede que a muchos en España les suene: se trata de Utrecht.
La ciudad en la que se firmó el tratado de paz que puso fin a la Guerra de Sucesión Española (1713-1715) es la cuarta urbe más importante y poblada de Países Bajos, pero es que además es uno de los centros neurálgicos más importantes de toda la nación: en ella, su impresionante arquitectura se une con canales que parecen sacados de Venecia, a lo que hay que sumar un animado ambiente universitario.
Utrecht, la joya oculta en el corazón de Países Bajos
En la propia página oficial de Turismo de Países Bajos se cita a Utrecht como «la acogedora alternativa a Amsterdam», y es que esta urbe en el corazón del país está repleta de coloridos edificios y tranquilos canales que le dan un aspecto pintoresco a la par de espectacular. La joya de la corona del casco urbano de esta histórica ciudad es la Torre Dom, un imponente campanario gótico 112 metros de altura que es el más alto de la nación. Eso sí, si quieres subir a lo más alto y disfrutar de unas vistas panorámicas inolvidables, primero debes enfrentarte a 465 escalones.
La Torre Dom estaba originalmente unida a la Catedral de San Martín, un imponente templo gótico del siglo XIV que quedó reducido a la mitad tras un terrible tornado en 1674. Eso sí, todavía conserva tal esplendor que tanto él como el campanario fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2022. Además, debajo de la plaza sobre la que se erige, podrás visitar la exposición DOMUnder, en la que recorrerás antiguos enclaves romanos que ahora están bajo tierra.
Antes de pasear por las orillas de los canales que discurren por la ciudad, hay que hacer una última parada en otro de los lugares más importantes de todo Utrecht: se trata de la Casa Rietveld Schröder, el máximo exponente del estilo ‘De Stijl’ en el que se intentaba combinar todo tipo de arte. Tal es su valor que también fue declarada Patrimonio de la Humanidad, por lo que, aunque no sea una visita muy usual, no puedes dejar de adentrarte en sus puertas.
La mejor manera de conocer la gran mayoría de rincones de Utrecht es recorrer sus canales en barco, partiendo desde el más importante de todos ellos, el de Oudegracht, que atraviesa el centro de la ciudad y desde el que se pueden observar edificios magníficos y una exuberante flora que lo hacen incluso más bonito. Nada más bajarse, hay que visitar sí o sí la Iglesia de San Willibroad, una joya neogótica que te dejará con la boca abierta por sus colores tan vívidos.
La cantidad de museos y el alegre ambiente de Utrecht
El ambiente universitario de Utrecht se puede vivir en prácticamente casi todas las calles del centro de la ciudad, aunque si se prefiere algo menos festivo, en la urbe neerlandesa hay una gran cantidad de museos centrados en todo tipo de ámbitos que hará las delicias de los más apasionados de la cultura, como el Museo Central, el del ferrocarril o incluso uno de cajas de música.