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Сентябрь
2024

Fiona Pinar, de perder una pierna en un accidente de esquí al diploma en París

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Abc.es 
Cuando uno acude a unos Juegos Paralímpicos solo tarda un par de horas en darse cuenta de que la victoria no es el único objetivo de los atletas. Solo buscan demostrar al mundo que se equivocan, que no son unos juguetes rotos. Desafiar todos los límites como ha hecho la catalana de 21 años Fiona Pinar. En enero de 2002, la española se rompió la tibia y el peroné en un duro accidente de esquí, lo que obligó a los médicos a amputarle la pierna. Cuando estaba en la UCI ya aseguraba a sus desconsolados familiares y amigos que estaría en París 2024, pese a que nunca había participado en deporte adaptado. Mañana abandonará la capital gala con un diploma en la prueba de los 200 metros. El golpe fue tal que Pinar tuvo que pasar hasta tres veces por el quirófano. «El dolor y el miedo se mezclaron a partes iguales. Temía perder el pie izquierdo y esos malos augurios se terminaron cumpliendo», aseguró la atleta en una entrevista previa a la cita francesa. Pero después de estar prácticamente hundida, cuando estaba en la UCI del Hospital Trueta de Gerona, tuvo el sueño de competir en los Juegos Paralímpicos . Solo se permitió el margen de llorar diez minutos antes de ponerse manos a la obra. Fue entonces cuando se puso a ver vídeos paralímpicos con su madre, y tan claro tenía que ese era su destino, que solo tuvo que elegir en qué disciplina quería competir. Antes del accidente tenía sintonía con el 'crossfit' y era el atletismo lo más parecido. Así, en septiembre de 2022, solo ocho meses después de su accidente y ya con la prótesis de fibra de carbono incorporada (tuvo que ahorrar 8.000 euros para hacerse con ella), debutó en el campeonato de Cataluña: batió el récord de España de los 100 metros. Una estrella había nacido y su fuerza de voluntad parecía incontrolable. Unos meses después ya estaba firmando séptimos puestos en pruebas internacionales. «Ya en la UCI lo dije. Estaba en la UCI y dije que yo iría a unos Juegos Paralímpicos. A mí lo que se me pone en la cabeza lo acabo haciendo, ya sea más tarde o más temprano», rememoró en la capital francesa, donde dejó su sello en su primera participación en unos Juegos. Fue cuarta en las semifinales y en su primera final paralímpica finalizó séptima con un tiempo de 27.42 , su mejor marca hasta la fecha. Y avisa de que lo mejor está por venir. «Tengo mucho que aprender, pero me voy con fuerzas para mejorar. Es más, en Los Ángeles no me conformo con menos de un oro. Iré a por todas, a dar mucha guerra».