Un joven marroquí se divorcia de su novia en la misma boda porque no vestía un traje típico
La boda se convirtió en una insólita tragedia que acabó en separación matrimonial esa misma noche, debido a una disputa por un traje tradicional. Un novio marroquí se divorció de su novia en el momento álgido de la celebración después de que ella se negara a usar el vestido tradicional amazigh (bereber), lo que enfureció al contrayente y a su familia. El hecho ha sido muy comentado en las redes sociales con opiniones a favor de él o de ella.
La historia comenzó con los preparativos habituales de una boda, donde la novia se disponía a presentar un grupo de diferentes trajes tradicionales, según las costumbres nupciales marroquíes.
Sin embargo, las cosas dieron un giro inesperado cuando la novia se negó a llevar el vestido amazigh por considerarlo anticuado y no acorde con su gusto moderno. Esta negativa enfureció al novio, quien se sintió insultado y objeto de una falta de respeto, al igual que su familia. Consideraban que el traje amazigh no es sólo una vestimenta tradicional, sino un símbolo de identidad cultural y de afiliación familiar.
En momentos, el ambiente pasó de la alegría y la celebración a las riñas y acusaciones, ya que el novio no aceptó el rechazo de la novia y lo consideró un insulto a sus tradiciones y las de su familia.
Las disputas entre ambas partes se intensificaron, lo que llevó al novio y a sus familiares a abandonar la ceremonia en medio de un ambiente de ira. No pasó mucho tiempo hasta que el novio anunció su divorcio a la novia y se puso fin al matrimonio antes de que realmente comenzara.
Este incidente se extendió rápidamente por las plataformas de redes sociales y provocó una ola de discusiones y controversias entre la sociedad marroquí. Algunos simpatizaron con el novio, consideraron que hacía bien en adherirse a las costumbres y tradiciones, y que lo que hacía su esposa era un insulto para él. Mientras que otros consideraban que la novia tenía pleno derecho a elegir qué ponerse y que su rechazo a la vestimenta tradicional no debería ser motivo para romper el matrimonio.