Ferraz mantiene el pulso y llama a los críticos a «debatir» sobre financiación
El PSOE encara hoy la reunión de su Comité Federal. El cónclave se produce a iniciativa de la Ejecutiva que se celebró el pasado lunes con la encomienda de poner en marcha la maquinaria orgánica para iniciar los trabajos para la convocatoria del 41º Congreso Federal del partido que se producirá los próximos 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre en Sevilla. Pedro Sánchez ha activado el proceso de renovación interna del partido, pero lejos de tratarse de una reunión de mero trámite la cita servirá para, dejando a un lado el calendario congresual, exponer el profundo clima de tensión que reina en la formación a cuenta de la financiación «singular» para Cataluña.
Nada tendrá que ver el ambiente que va a protagonizar hoy la reunión de los socialistas con el que se vivió hace poco más de cinco meses en el último cónclave de estas características. Entonces, en pleno proceso de «reflexión» de Pedro Sánchez, su partido se conjuró en un ejercicio de unidad interna -al que se adhirieron incluso los más críticos- para trasladarle todo su respaldo y la necesidad de seguir al frente del partido y del Gobierno. Un episodio de culto al líder en el que, sin embargo, algo se rompió. La expectativa de un futuro sin Sánchez ha abierto una espita en la que el malestar con la dirección ya no se disimula y, menos aún, cuando toca algo tan sensible como la financiación autonómica. El PSOE ha sufrido un fuerte desgaste con las cesiones que el Gobierno ha ido otorgando a los independentistas, como los indultos o la amnistía, pero nada ha sublevado tanto al partido -hasta a las federaciones tradicionalmente alineadas con la dirección- como el trato desigual a Cataluña para conseguir la investidura de Salvador Illa.
Este sentimiento de agravio no ha sido bien gestionado por Ferraz ni Moncloa. En un primer momento se despachó como las críticas de «los dos de siempre», en alusión a Emiliano García-Page y Javier Lambán, obviando que el malestar era transversal. Después se sumió a la organización en un «silencio atronador», sin dar explicaciones, dejando a sus líderes desprovistos de argumentos para enfrentar las críticas del PP. Y una vez que se ha dado orden, por parte de Sánchez, de iniciar la «pedagogía» sobre lo pactado con ERC, los argumentos han sido una «insultante» comparación entre el concierto catalán y las ayudas -con aval europeo- a provincias despobladas como Teruel, Soria o Cuenca, lo que ha encendido todavía más los ánimos. Hoy todos esperan las referencias al pacto que haga el secretario general en su intervención en abierto ante los medios. Además, la actitud que destila la dirección es ciertamente desafiante, emplazando a los críticos a «tener agallas» de presentar su propuesta de financiación alternativa y expresar sus «disensiones» en foros de debate como el que hoy se celebrará en Ferraz. En las últimas horas, la dirección mantiene el pulso y llama a los discrepantes a «debatir» pese al riesgo de que el Comité Federal se convierta en un polvorín. «Estamos acostumbrados a debatir, no hay ningún problema», dicen en el entorno del secretario general. Esto, porque tanto el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, como el líder del PSOE en Aragón, Javier Lambán, dos de los socialistas más críticos con Sánchez, tienen previsto asistir al Comité Federal y tomar la palabra, al igual que otros barones del partido que han mostrado sus reticencias con el acuerdo de financiación entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa en Cataluña y que piensan plantear sus propias propuestas.
Entre quienes tomarán la palabra para reivindicarse están algunos de los «señalados» para la renovación de liderazgos en el próximo congreso, que ya tratan de blindarse internamente. Desde Castilla y León, el secretario general, Luis Tudanca, ha adelantado que llevará una propuesta de financiación autonómica fruto del «consenso» y que atienda a factores como la despoblación, la dispersión geográfica para la prestación de los servicios y el envejecimiento de la población. También, el líder del PSOE madrileño, Juan Lobato, planteará una propuesta y ya hace movimientos para tratar evitar que le remuevan del cargo en noviembre. Desde Extremadura, su líder regional, Miguel Ángel Gallardo, ha anticipado que quiere abordar una propuesta de financiación junto con la presidenta extremeña, del PP, María Guardiola, y en sus intervenciones ha dejado claro que no tolerará los modelos que supongan una ruptura de la igualdad y la justicia en el reparto de fondos.
Otro de los que están en tiempo de descuento es el secretario general del PSOE de Andalucía y portavoz socialista en el Senado, Juan Espadas. En un inicio se mostró muy vehemente contra cualquier pacto que pudiera perjudicar a Andalucía, pero poco a poco ha ido diluyendo el nivel de la crítica hasta acabar cerrando filas con la dirección en un acto junto a María Jesús Montero. No está previsto que Espadas haga ninguna propuesta de financiación en el Comité Federal, aunque recientemente haya pedido buscar un buen acuerdo «para el conjunto de los territorios». Por su parte, el presidente asturiano, Adrián Barbón, que ha cuestionado de forma más implícita el pacto con ERC, no acudirá al Comité Federal porque hoy hay programados actos institucionales con motivo de la celebración del Día de Asturias. Barbón, tradicionalmente alineado con la línea oficial, ha roto las filas para criticar el acuerdo.