Tributo a una gesta heroica
El Comandante del Ejército Rebelde Julio Camacho Aguilera, jefe del levantamiento armado popular del 5 de septiembre de 1957, envió saludos revolucionarios al pueblo de Cienfuegos por el aniversario 67 de la gesta heroica contra la dictadura de Fulgencio Batista, según informó la Agencia Cubana de Noticias.
Durante el acto solemne, efectuado en el parque José Martí de esta ciudad, Armando Carranza Valladares, primer secretario del Partido en la provincia, resaltó el mensaje vía telefónica del combatiente que cumplió en marzo sus cien años, además de su atención perenne a los detalles de la conmemoración, y el vínculo del dirigente del Movimiento 26 de Julio con los protagonistas de aquella sublevación.
Camacho Aguilera no solo preparó el alzamiento, también logró sumar a jóvenes oficiales y soldados, integrantes de la Marina de Guerra de la dictadura batistiana, que simpatizaban con la causa revolucionaria, y asumieron un rol importante al facilitar el acceso de los insurrectos al distrito naval de Cayo Loco, de donde extrajeron las armas para la acción.
José Ramón Monteagudo Ruiz, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido y jefe de su Departamento Agroalimentario, entregó la réplica del Obelisco del 5 de Septiembre a destacados dirigentes, profesionales y trabajadores de diferentes sectores en el territorio sureño.
Ante combatientes del 5 de Septiembre, familiares de los caídos en combate, y una nutrida representación de pueblo, Anisley Cordero González, primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas en la provincia, expresó el compromiso de los más nuevos de mantener las conquistas que costaron sangre y vidas, y de dar continuidad ahora a la Revolución Cubana.
Muchos retos requieren de los esfuerzos de la fuerza juvenil, como el impulso a la producción de alimento —con el completamiento de la siembra de 5 000 hectáreas (ha) de cultivos rústicos, además de 350 ha de papa—, las inversiones en obras de envergadura y en viviendas, y mejorar las prestaciones en los servicios.
Luego del acto, y presidida por una enorme bandera cubana y las imágenes de los héroes y mártires en el alzamiento, la peregrinación avanzó por las calles principales de Cienfuegos hasta el cementerio Tomás Acea.