La esencia de Cervantes en 59 minutos
Han pasado 12 años desde que Héctor Urién empezó a contar, él solito, subido al escenario de un modesto local del barrio de Lavapiés, el inabarcable relato de relatos que es "Las mil y una noches". Y desde entonces no ha dejado de hacerlo. Es más, en este tiempo el actor ha estado explorando otros títulos y autores hasta conformar un verdadero repertorio de "narraciones escénicas", como a él le gusta llamarlas. "Me parece más apropiado que ‘narraciones orales’ –explica–, porque creo que, en lo que yo hago, hay otros elementos que juegan un papel importante además de la oralidad, como son el cuerpo y el movimiento". Obras tan complejas y repletas de personajes como la "Celestina", "Don Juan Tenorio", "Luces de bohemia" o "La vida es sueño" han acabado en sus manos convertidas en espectáculos unipersonales que beben, en cuanto al estilo, del teatro de Dario Fo y de la Comedia del Arte. "Intento llevarlo todo hacia el humor, incluso 'La vida es sueño'", reconoce Urién.
Hace tres años le pidieron que hiciera una adaptación del "Quijote" en esta misma línea, pero pensada para alumnos de instituto. La cosa "funcionó, y sigue funcionando, muy bien", así que el actor decidió hacer otra versión para público adulto. Fue así como nació "El Quijote en 59 minutos", que podrá verse en los Teatros Luchana a partir de este viernes. En la versión, como es lógico, no puede estar todo, pero sí ha de estar lo esencial, según Urién: "Lo fundamental es la estructura, es decir, tener un hilo argumental que progrese. Nada de lo que esté en ese hilo se puede sacar, porque son elementos que necesitarás después y que darán sentido y dinamismo a la historia. Luego hay otros episodios que son más anecdóticos y que, por tanto, son de quita y pon".
El resultado, que ya ha sido testado con público adulto, no puede ser más gratificante para su artífice: "Es muy hermoso ver que la gente, cuando acaba..., ¡se va plena! Son personas que en muchos casos pensaban que esto del Quijote no iba con ellos; que esto era ‘alta cultura’ y que no lo iban a entender, o se iban a aburrir. Y de repente ves que se ríen, que lo disfrutan de verdad". Y advierte el actor: "Pero, ojo, no se trata de cambiar la historia ni de modernizarla. Yo soy muy fiel a lo que cuenta Cervantes; trato de contar lo mismo que él, aunque prescinda de algunos elementos, acercándolo al público de hoy por medio del ritmo".
Parte del mérito, pues, está en esa historia como tal; Urién no tiene dudas de ello: "El 'Quijote' es la mejor novela de la historia, aunque algunos todavía no la conozcan. Es algo verdaderamente bueno, sin discusión alguna; y este espectáculo es una forma de acercarte a esa novela y perderle el miedo. Entrando en lo particular, es una obra que destaca por muchos aspectos. Entre ellos, la increíble ironía que tiene Cervantes, la ternura con la que trata a sus personajes y el sentido de la responsabilidad y de la libertad que concede a sus acciones".