Estados Unidos apoyará a Haití en lucha contra las pandillas
Puerto Príncipe. El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, llegó este jueves a Puerto Príncipe, la capital haitiana, para una corta visita destinada a mostrar su apoyo a las nuevas autoridades y a evaluar los “esfuerzos de estabilización” en el país caribeño.
La visita de Blinken se produce, según Washington, en un “momento crucial” para Haití, sacudida por una ola de violencia pandillera que ha provocado una grave crisis humanitaria.
A su llegada al aeropuerto internacional Toussaint-Louverture, reabierto hace poco tras un cierre provocado por ataques de los grupos armados, Blinken se trasladó en un convoy blindado por la capital.
El secretario de Estado se entrevistó con el coordinador del Consejo Presidencial de Transición, Edgard Leblanc Fils, y con el primer ministro interino, Garry Conille.
“Creo que éste un momento de gran desafío pero también un momento de esperanza para Haití”, dijo Blinken tras su reunión con Leblanc Fils.
Respecto al objetivo de convocar comicios a principios de 2026, Blinken celebró avances recientes de las nuevas autoridades aunque subrayó la necesidad de crear “pronto” un consejo electoral. La última vez que los haitianos votaron fue en 2016.
En un país devastado por la violencia pandillera, Blinken declaró que “la seguridad es la base para todo lo demás” y reiteró el apoyo de Estados Unidos en este aspecto.
Policías kenianos en Haití
El secretario de Estado también tiene previsto visitar el cuartel general de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), la fuerza policial liderada por Kenia que trata de ayudar a los agentes locales a restablecer el orden.
Washington, que no aporta tropas a la fuerza pero es su principal suministrador de fondos y equipos, quiere que sus aliados aumenten las contribuciones para garantizar la financiación.
Con unos 400 policías llegados este verano, de los 2.500 previstos en total, la MMAS ha tardado en desplegarse, aunque “los avances realizados hasta el momento han sido bastante notables”, según dijo Conille tras su encuentro con Blinken.
Dos meses después de la llegada de esa fuerza, los habitantes de la capital empiezan, sin embargo, a perder la paciencia ante la falta de resultados.
“Las bandas siguen trabajando y los bandidos ni se inmutan”, declaró hace poco Watson Laurent, un mototaxista de 39 años.
La visita de Blinken coincide además con un apagón general en Puerto Príncipe, después de que un grupo de manifestantes asaltara una central eléctrica el lunes.
La violencia de las pandillas se recrudeció en febrero, cuando varias de ellas se aliaron para derribar al controvertido primer ministro Ariel Henry.
En los últimos 12 meses, la violencia de esas bandas, acusadas de asesinatos, saqueos, violaciones y secuestros, provocó más de 578.000 desplazados, según la ONU.
El jueves por la tarde, Blinken viajará a la República Dominicana, país vecino que mantiene complicadas relaciones con Haití.
Ahí se entrevistará con el presidente Luis Abinader, días después de que las autoridades dominicanas autorizaran a Estados Unidos a requisar un avión utilizado por el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, en el marco de sanciones estadounidenses contra Caracas.