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2024

Directora de Estrategia de Ad Astra: ‘La empresa no pudo seguir captando en el mercado costarricense’

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La empresa Ad Astra Rocket trabaja en la búsqueda de capital con el fin de continuar con el desarrollo del motor de plasma VASIMR, para lo cual evaluará con sus accionistas las repercusiones de una salida o permanencia de la compañía en el mercado de valores costarricense, así como la posibilidad de acudir a fondos de capital de riesgo en los Estados Unidos.

La tecnología que utiliza el motor se acerca a la fase 5 de madurez, siendo la etapa 6 la prueba en el espacio. Para llegar a ese punto, la empresa requiere cerca de $100 millones por los próximos cuatro años.

Isabel Sánchez, directora de Estrategia de Negocios e Inversiones de la firma Ad Astra, conversó con La Nación este miércoles 4 de setiembre, para hablar acerca de los planes futuros de la compañía en línea con el objetivo de continuar el desarrollo del proyecto liderado por el exastronauta y físico, Franklin Chang Díaz.

Según información de la Sugeval, la empresa recibió la autorización para participar en el mercado de valores de Costa Rica el 14 de setiembre del 2010 y su registro como compañía pública se concretó el 29 de ese mes. El monto autorizado fue de $750.000.

El próximo jueves 12 de setiembre a las 8 a. m., la empresa reunirá a sus accionistas en una sesión informativa virtual para evaluar y discutir los planes futuros de la empresa. A continuación, un extracto de la entrevista:

Ad Astra explora su desinscripción del mercado de valores costarricense: ¿cuáles son las razones?

Recientemente, Ad Astra convocó a los accionistas a una reunión. En el documento se plantea la posibilidad de buscar financiamiento por medio de fondos de inversión ante la necesidad de conseguir capital para los próximos cuatro años. ¿Cuál es el plan con esta propuesta?

― Todavía no estamos en una etapa de desinscripción, lo que estamos es en una etapa de exploración. Vamos a revisar con los inversionistas, en una reunión informativa, la situación en la que nos encontramos.

”Vamos a sentarnos para revisar, en conjunto, cuál es el mejor paso a dar. Esto puede ser que nos mantengamos en el mercado o nos salgamos. Cuando la empresa se inscribió en bolsa (cotiza acciones comunes en la Bolsa Nacional de Valores), estaba en una etapa de madurez bastante temprana.

”Ahora estamos en una fase más madura, lo que nos lleva a requerir fondos para trabajar en una versión más cara del motor, que es la que se prueba en el espacio. Demostramos la capacidad de la tecnología, ahora lo que queda es una demostración en el espacio.

”Eso requiere de materiales más caros y de un esfuerzo económico muchísimo más alto, que es un poco difícil de levantar en un mercado como el costarricense. El interés de la compañía es explorar qué podemos hacer para acceder a esos fondos”.

¿Ya tienen identificados fondos de inversión en Estados Unidos que financien iniciativas de la industria aeroespacial?

― Sí, es un mercado muy grande. En Estados Unidos estamos hablando de grandes ligas. Es una potencia mundial y hay un gran desarrollo en la industria espacial. Proliferaron nuevas empresas y hay múltiples en la industria.

”En Estados Unidos, siendo potencia en la industria, existen fondos de capital de riesgo que invierten específicamente en la industria espacial, son especializados. Ese es el interés nuestro, ver si con esos fondos podemos acceder a estos recursos”.

¿Cómo ha sido la experiencia de estar inscritos en el mercado de valores costarricense? ¿Cómo evalúan la madurez y volumen del mercado para apalancar el crecimiento de empresas e industrias disruptivas?

― El mercado de valores costarricense fue un gran pilar para el fondeo de la tecnología y para la empresa. En los años en que se inició la captación, en un principio privada, fue crucial para que la empresa iniciara o continuara con el desarrollo de la tecnología.

”Luego, alcanzamos números que establece la regulación, que son como límites para que las empresas puedan captar en forma privada. Ese límite ya no nos permitía continuar siendo privados. Por esa razón, nos vimos en la obligación de registrarnos.

”Sin embargo, el registro no nos permitió solamente cumplir con la regulación, sino que también nos permitió captar más recursos. Al final también fue positivo en ese sentido, la empresa obtuvo bastante fondeo en el mercado costarricense y eso fue de gran valor.

”Nosotros apreciamos el apoyo que tuvimos de los inversionistas durante esos años. Sin embargo, la empresa no era la típica compañía que va a un mercado de valores y que es pública. Normalmente, las empresas que son públicas ya tienen operaciones e ingresos y no dependen de una captación de dinero en el mercado. Ad Astra no lo era.

”Por la naturaleza, en realidad no debíamos ser públicos, fuimos públicos principalmente por razones regulatorias. Eso trae algunos inconvenientes, ya que Ad Astra depende del levantamiento de recursos y lo que pasa en el mercado le afecta en cuanto al fondeo de la operación. Eso fue lo que tal vez nos afectó un poquito y, por esa razón, dejamos de acceder a los recursos del mercado costarricense.

”El precio de las acciones también, por factores que son ajenos al control de la empresa, empezó a bajar. Los inversionistas vendían, aunque no teníamos un volumen importante. Esas transacciones marcaron precios y así ha estado por un poquito menos de 10 años.

”Aunque todo el mundo celebre que logramos el hito, si nadie va y hace una transacción por un valor mayor, el precio de la acción se mantiene al valor de la última transacción que hubo”.

¿Dejaron de captar recursos por esa vía del mercado de valores costarricense?

― Es lamentable. La empresa no pudo continuar captando recursos en el mercado, se convirtió en algo que opera contra los mismos inversionistas. Si continuamos captando recursos con precios más bajos, todos los inversionistas van a diluirse más.

”Por esa razón suspendimos la captación en el mercado primario costarricense. Tal vez la palabra suspender no es correcta, fue una decisión de no captar más. Recientemente ya no volvimos a captar recursos por lo que le explicaba de la formación de precios.

”Como no hay un volumen de transacciones donde se pueda ajustar el precio de acuerdo con lo que se determina que vale la empresa, que es un poco en función de lo que logra, para este tipo de empresas de investigación y desarrollo, se afectaría muchísimo a los inversionistas con una mayor dilución”.

En el prospecto mencionan la posibilidad de emitir en alguna bolsa de valores de Europa o Estados Unidos. ¿Cuán factible es esta posibilidad para una empresa como Ad Astra en este momento, tomando en cuenta la actualidad del desarrollo del motor de plasma?

― Sí, eso nunca lo hemos descartado y es una posibilidad que siempre va a estar ahí. Cuando ya la empresa esté en operaciones y demostremos la tecnología en el espacio, entonces empezarán los contratos como la comercialización del motor.

”En ese momento podremos decidir cuál es la mejor opción que tendríamos con los inversionistas. Son decisiones que se toman junto con los inversionistas, pero es algo que no descartamos”.

¿Las acciones emitidas en Costa Rica eventualmente podrían ser parte de la oferta pública que hagan en otro mercado?

― Las acciones son las mismas tanto para un inversionista costarricense como para uno norteamericano. Al final, si lo que tenemos es el mismo tipo de valor, son las mismas acciones, que se enlistarían en un mercado extranjero.

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En relación con los fondos de inversión, ¿cómo se genera ese interés para atraerlos tomando en cuenta la actualidad de la empresa?

― Son muy particulares, hay que revisar qué es lo que nos pediría cada uno. Ellos operan diferente, tienen sus propios requerimientos entre uno y otro, hay muchas diferencias. Algunos piden, por ejemplo, que quieren tener a un representante en la Junta Directiva.

¿La mezcla de cómo se va a conseguir este capital necesario para continuar con el desarrollo del proyecto todavía no se ha definido?

― Hay una parte que sí es un poco más certera, que es la participación del Gobierno de Estados Unidos. Tenemos contratos con la NASA, que no son como para entregarles un producto, sino que son contratos que utilizan para apoyar el desarrollo de tecnologías que puedan ser utilizadas por ellos mismos a futuro.

”Tener un contrato con una agencia como la NASA le da un respaldo a los inversionistas en relación con la validez que tiene la tecnología. Hay muchas oportunidades de obtener recursos. Vamos a hacer esfuerzos para obtenerlos y continuar con las aplicaciones a estas propuestas. Esto es un trabajo constante, hay una gran posibilidad de que estos recursos provengan en gran parte del gobierno de Estados Unidos.

”Nosotros no contamos con lo que no tenemos. Si en el proceso logramos contratos o algún contrato más grande de lo que hemos pensado, entonces obvio no requeriríamos montos adicionales, pero, en principio, trabajamos por lo que necesitamos”.

Si bien no es una decisión tomada, la posibilidad de desvincularse de bolsa está ahí. ¿Han evaluado el eventual costo que tendría una salida de la bolsa? ¿Qué tan complejo es ese proceso?

― Hay toda una regulación para esto, entonces entraremos en los detalles que establece esa regulación dependiendo de lo que resulte de este conversatorio que vamos a tener con los inversionistas.

El prospecto menciona como un riesgo que no hay garantía de que Ad Astra sea capaz de recaudar la financiación adicional que necesita para llevar a cabo su plan de negocio. ¿Cuáles serían las consecuencias de esto? ¿Afectaría las operaciones de la empresa?

― Si no se tuvieran los recursos, no se podría desarrollar esta tecnología, no se podría demostrar nada en el espacio, no podríamos concretar contratos. En este momento no estamos en una situación de esas. Estamos trabajando en línea de buscar y encontrar estos recursos, eso es lo que estamos haciendo.