Astilleros Cardama sigue en riesgo de quiebra: Abitab no le prestará dinero y debe conseguir US$4 millones
El astillero español Cardama, seleccionado para construir dos patrulleras oceánicas (OPV) para la Armada Uruguaya, enfrenta dificultades para conseguir la financiación necesaria para comenzar la construcción. Tras el rechazo de Abitab a un préstamo solicitado por Cardama, el Ministerio de Defensa ha otorgado un plazo de 72 horas a la empresa para conseguir el dinero.
La compra de los buques, que supera los US$ 90 millones, está sujeta a la entrega de garantías por parte de Cardama. La empresa ya ha conseguido una garantía de reembolso pero aún no ha logrado la segunda, por lo que la construcción de las OPV aún no ha comenzado. El contrato firmado en diciembre de 2023 establece que si las garantías no se cumplen en un plazo de sesenta días, se considerará nulo a menos que ambas partes acuerden lo contrario.
El contrato con Astilleros Cardama en riesgo
El proceso de compra de las OPV ha estado envuelto en polémica desde sus inicios. Tras un llamado internacional que quedó desierto, el gobierno uruguayo optó por la compra de buques usados, pero finalmente desistió por un informe técnico de la Armada.
El proceso culminó con la selección de Cardama, una decisión que generó controversia entre los expertos y que fue criticada por el contralmirante retirado Gustavo Musso, quien se retiró en desacuerdo con la gestión del proceso.
La propuesta de Cardama de entregar US$ 4 millones en efectivo para la garantía de fiel cumplimiento ha generado aún más dudas, especialmente considerando los informes que indican que el astillero está al borde de la quiebra. La entrega de este monto en efectivo sería inusual y podría generar sospechas sobre el origen de los fondos. Además, la falta de avales de instituciones financieras españolas y la ausencia de un seguro de fiel cumplimiento, que debería cubrir el 100% del valor del buque, plantean interrogantes sobre la capacidad de Cardama para cumplir con el contrato.
Cardama no es ajeno a las dificultades financieras. En los últimos años, el astillero ha enfrentado varios proyectos fallidos y ha estado inmerso en procesos de reestructuración. La falta de liquidez y la incapacidad para obtener financiamiento son problemas recurrentes que han afectado su capacidad para ejecutar contratos.
Si Cardama no consigue la financiación necesaria en los próximos días, el contrato podría considerarse nulo, dejando a la Armada sin los buques y al astillero español sin el contrato, con el riesgo de un nuevo revés financiero.