Sacrificarán más de 700 animales en África para alimentar a población: elefantes, hipopótamos, cebras y más
El Gobierno de Namibia ha tomado la controversial decisión de sacrificar más de 700 animales silvestres con el objetivo de enfrentar la crisis alimentaria provocada por la peor sequía que el país ha vivido en los últimos 100 años. Esta medida incluye la matanza de elefantes, hipopótamos, cebras y otras especies, según un comunicado oficial.
Namibia enfrenta una de las peores sequías de su historia reciente, lo que ha llevado a las autoridades a implementar un plan de emergencia para reducir la presión sobre los recursos naturales y proporcionar carne a la población afectada por la hambruna. Esta decisión ha generado un debate sobre las implicaciones para la conservación de la vida silvestre en la región.
¿Por qué se sacrificarán estos animales en Namibia?
La drástica medida tomada por el Gobierno namibio responde a la necesidad de aliviar la hambruna en el país, causada por una sequía histórica que ha secado fuentes de agua y reducido significativamente la disponibilidad de pasto. Las autoridades han determinado que el sacrificio de animales salvajes es una solución necesaria para mitigar los efectos de la escasez de alimentos, al mismo tiempo que se gestiona el pastoreo en los parques nacionales.
El plan, anunciado por el Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Turismo, contempla la matanza de 723 animales, entre los que se encuentran 30 hipopótamos, 60 búfalos, 50 impalas, 100 ñus, 300 cebras, 83 elefantes y 100 elands. Estos animales, provenientes de parques nacionales y zonas comunes con números de cazas sostenibles, serán sacrificados por cazadores profesionales y proveedores de safari contratados por el Gobierno.
Impacto de la sequía en la vida silvestre y la conservación
Namibia se enfrenta a una sequía sin precedentes, exacerbada por el fenómeno meteorológico El Niño, que ha llevado a la región a vivir su febrero más seco en 100 años, con solo un 20% de las precipitaciones habituales. Esta situación ha generado un serio conflicto entre la conservación de la vida silvestre y la necesidad de asegurar la supervivencia humana.
El Ministerio de Medio Ambiente sostiene que la reducción de la población de animales salvajes es necesaria para evitar el estrés hídrico y mejorar la gestión del pastoreo. Al disminuir el número de animales en los parques nacionales, se busca preservar los recursos disponibles y evitar el colapso de estos ecosistemas ya debilitados por la falta de agua y alimento.
¿Cómo se distribuirá la carne entre la población?
Hasta la fecha, se han sacrificado 157 animales y se produjo 56.875 kilos de carne, que ya ha sido distribuida en diversas regiones del país. Este plan de acción forma parte de un acuerdo entre el primer ministro de Namibia y Meatco —una empresa estatal encargada de la producción de carne— para que el ministerio proporcione carne de caza en el marco del programa de alivio de la sequía.
La carne obtenida no solo se destinará a la población afectada por la crisis alimentaria, sino que también se utilizará en eventos nacionales, regionales y tradicionales, de acuerdo con lo que indicaron las autoridades en el comunicado. El ministerio destacó que la conservación de la caza puede tener beneficios significativos para el país, al generar empleos y proporcionar ingresos adicionales en tiempos de necesidad extrema.
Críticas y controversias en torno a la medida
Aunque el Gobierno sostiene que la medida es esencial para la supervivencia de la población y la conservación de los recursos naturales, esta decisión ha generado controversia. Organizaciones de conservación y defensores de los derechos de los animales han expresado su preocupación por el impacto que el sacrificio masivo de animales silvestres podría tener en la biodiversidad de la región.
Las autoridades namibias han sido claras en su rechazo a la caza furtiva y otras actividades ilegales que ponen en peligro a la vida silvestre, por lo que aseguran que su enfoque se mantiene dentro del marco de la constitución nacional que promueve el uso sostenible de los recursos naturales para el beneficio de todos los ciudadanos.