La impronta libertaria en el Mercosur: qué dice la propuesta argentina para "agilizar" el bloque
El Mercosur, sus aranceles y acuerdos han sido objeto de discusión tanto dentro del país como entre los países miembros. Los intentos de modificar sus reglas, en especial sobre los acuerdos establecidos con países externos y las tarifas que se aplican al intercambio han marcado los últimos años, y se han intensificado desde el cambio de Gobierno en Argentina.
En agosto, Argentina presentó una nueva propuesta para el bloque con el objetivo de "modernizar, simplificar y desburocratizarlo", para que apunte a mejorar su inserción internacional, en el marco de los criterios intergubernamentales establecidos. El objetivo es brindar respuestas más rápidas para esta inserción.
La propuesta argentina se centra en dos cambios procesales para dinamizar la agenda externa.
Por un lado, propone que las negociaciones comerciales puedan ofrecer la desgravación de aranceles comunes, con algunas diferenciaciones u ofertas nacionales, cronogramas de desgravación o convergencia diferenciados y compromisos diferencias en las disciplinas y capítulos sobre bienes, servicios e inversiones.
Por otro lado, plantea que si no se alcanza un entendimiento en dos reuniones ordinarias del Grupo de Mercado Común sobre el lanzamiento de negociaciones con terceros países, los estados podrán iniciar de forma individual o plurilateral negociaciones con los mismos.
Al día de hoy, las negociaciones deben tener acuerdo de los estados miembro y los estados parte tienen derecho a veto.
El Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales destacó que es necesario que el bloque contribuya a abrir nuevos mercados externos para la producción agroindustrial.
Además, señalaron que mejorar la inserción es "indispensable que el Mercosur profundice su red de acuerdos comerciales, de manera estratégica". Por ello, consideraron que la propuesta Argentina parece ser "un paso positivo en el camino correcto" y agregaron que "el sector privado de Argentina está listo para brindar elementos de análisis e información que aporten a la construcción de una agenda externa robusta, ambicioso y que brinde renovadas oportunidades de una mejor inserción internacional.
Sobre el rol de Mercosur, recordaron que en sus inicios, el bloque se concibió como un "regionalismo abierto" con el objetivo de aumentar el comercio entre sus integrantes y de conquistar mercados fuera de la región.
"Sin embargo, el aporte del Mercosur al proceso de internacionalización de nuestras economías y diversificación de nuestras exportaciones ha sido muy bajo", agregaron desde INAI.
Entre las causas de este estancamiento, señalaron la escasa cantidad de Acuerdos Comerciales Regionales (ACRs) firmados. "El Mercosur solo cuenta con 11 ACRs con países que son el 10% del PBI mundial, mientras que la Unión Europea tiene 47".
Entre los obstáculos para la concreción de acuerdos destacaron que el Tratado de Asunción y las normativas del bloque establecen que las negociaciones comerciales externas deben iniciarse, desarrollarse y concluirse de manera conjunta por los 4 Estados parte.
La propuesta argentina se da cerca de que se finalice el acuerdo con la Unión Europea, que se negocia hace más de dos décadas. Desde Europa habían considerado el acuerdo una "necesidad geopolítica y económica", en especial para sus exportadores.
Según la Comisión Europea, el acuerdo abre un mercado de 780 millones de personas e implicaría un ahorro en aranceles para las empresas europeas de 4.000 millones de euros. El principal obstáculo en el último tramo era la postura de Francia sobre una posible competencia desleal con sus agricultores. Sin embargo, el acuerdo puede ser aprobado de manera parcial por una mayoría de al menos 15 países del bloque europeo.