La incertidumbre del poder absoluto
El hecho de que Morena tenga la mayoría absoluta para hacer de nuestro país lo que le venga en gana genera un incremento inconmensurable en el riesgo que representa invertir en México, cualquier cosa puede pasar sin que haya nada que lo evite. No hay contrapesos a la presidencia hegemónica y ante la eventual destrucción del Poder Judicial, tampoco habrá la posibilidad de acceder a la justicia.
La Constitución, las leyes, los contratos, e incluso los tratados firmados por nuestro país se convierten en letra muerta que cualquier día pueden ser cambiados o ignorados según convenga con un Congreso servilista de mayoría calificada. No hay garantías de nada.
Por ejemplo:
El gobierno puede tomar el Banco de México y adjudicarse las decisiones en política monetaria como lo hacia hace 30 años, por ejemplo, si se necesita más dinero para dádivas pueden empezar a imprimir billetes, eso sí “diciendo que lo hacen de manera muy responsable para evitar mayor inflación” o pueden tomar el dinero de las reservas del Banco con el pretexto de ¿para qué tener ese recurso parado? mejor que se invierta cualquier cosa que se les ocurra. También pueden tomar el dinero de nuestras AFORES y usarlo a discreción, a fin de cuentas y según las urnas, ellos saben más que nosotros sobre dónde invertir nuestros ahorros para la vejez sin que ese dinero se pierda.
Las elecciones no las necesita organizar un INE independiente, se puede “ahorrar” ese dinero y que lo haga gobernación. Como sea, nuestro breve periodo democrático de 24 años ya se murió. Es más, se pueden hacer ilegales el resto de los partidos o recortarles presupuestos para que no puedan competir, a fin de cuentas, salen muy caros y la gente cree que Morena debe ser el partido hegemónico, para qué disimular con elecciones.
En el tema de salud y educación todo estará bien, no es necesario invertir más, al contrario, se pueden traer profesores y médicos de Cuba o Venezuela, ellos nos pueden ayudar con cualquier necesidad que tengamos y a la gente realmente no le importan estas cosas, con que todo medio salga y necesiten siempre del gobierno para resolver sus necesidades básicas todo está bien.
En el tema de la corrupción gubernamental, aquí no hay corrupción porque no hay transparencia, no habrá a quién pedirle información, lo bueno es que el pueblo confía en la honestidad del gobierno y el que diga lo contrario seguramente es porque perdió privilegios, es conservador, o se afectaron sus intereses, o más importante, no ha visto las encuestas.
De la inseguridad mejor ni hablemos, ese tren ya partió, pero siempre habrán de recalcar que fue culpa de Calderón por declararle la guerra al narco y dejar un cochinero, el cual es imposible arreglar. De hecho, la política de seguridad cada vez suena más a ese viejo adagio de: si no puedes con ellos, mejor úneteles. Eso sí ¡que quede claro! no importa si eres hijo del narcotraficante más famoso del país, si traicionas a alguno de tus compañeros y te lo llevas con los gringos se te declarará traidor a la Patria.
En México no pasa nada, o más bien, todo puede pasar.