La ingenuidad cuesta
En la actualidad, cuando las transacciones electrónicas se han vuelto parte fundamental de nuestra vida cotidiana, el riesgo de ser víctima de estafas digitales se ha incrementado exponencialmente.
Un reciente capítulo de la serie Tras la huella nos ofrece una mirada reveladora sobre las tácticas empleadas por los estafadores en el ámbito de los pagos electrónicos y funciona como recordatorio urgente de que, aunque la tecnología nos brinda comodidad y eficiencia, también plantea serias amenazas a nuestra seguridad financiera.
Las recomendaciones ofrecidas por instituciones bancarias y plataformas de pago como EnZona y Transfermóvil, más que simples sugerencias, son medidas esenciales que cada usuario debe adoptar para proteger su patrimonio.
La lista de consejos —desde no compartir información sensible hasta evitar enlaces sospechosos— es un llamado a la acción para proteger y no arriesgar, como tantos ejemplos expuestos y no, en un entorno donde la información puede ser manipulada con facilidad,
escenario en que la precaución se convierte en nuestra mejor aliada.
La desconfianza debe ser la primera respuesta ante cualquier solicitud de información personal, especialmente si no se conoce al demandante. Compartir un PIN o enviar fotos de documentos a primera instancia puede parecer inofensivo al calor de una gestión necesaria, pero recuerde que también pueden crear el ambiente para sufrir consecuencias devastadoras.
La educación financiera y digital es crucial en este contexto. Entender cómo operan los estafadores nos empodera para tomar decisiones y evitar caer en sus trampas. Aunque existen herramientas informáticas para rastrear a los tramposos, como se muestra en el serial televisivo, la angustia y el mal rato no son reversibles.
Aunque es una práctica en Cuba que los diferentes perfiles en plataformas virtuales y redes sociales mantienen una sistemática actualización con temas que educan a sus usuarios sobre amenazas emergentes, es importante recordar que la tecnología avanza muy rápido, directamente proporcional a las estrategias de los estafadores.
Realidad que obliga a mantener una comunicación expedita, transparente, eficiente y actualizada entre las instituciones financieras y los usuarios. El hecho de que muchas personas aún sean víctimas de estas estafas, revela que la prevención no solo depende de la información, sino también de la actitud del usuario.
Está demostrado que la confianza ciega en el medio digital puede ser peligrosa —y no solo en el ámbito financiero. Cada uno de nosotros debe adoptar con entera responsabilidad la actitud que asume al interactuar en línea. La banca o el proceso de bancarización no pueden asumir la responsabilidad de sus acciones ingenuas.
La recomendación es que, si usted llega a ser estafado, actúe con rapidez, documente evidencias (mensajes) —recuerde que la notificación de completada la transación llega vía SMS bajo el nombre PagoxMóvil, de otra manera no es real— y denuncie ante las autoridades pertinentes. Así también ayuda a prevenir que otros sufran lo mismo.
No es solo cuestión de proteger nuestro dinero; se trata de salvaguardar la confianza en un sistema que, si bien puede ser vulnerable, también tiene el potencial de ser increíblemente seguro cuando se utilizan las herramientas correctas.