Caputo confía en el "efecto impuesto PAIS": se vienen aumentos en luz, gas y naftas
Con la desaceleración de la inflación como principal objetivo, el ministro de Economía, Luis Caputo, aprovecha el impacto favorable en precios que tendrá el recorte del impuesto PAIS a partir de septiembre para mantener la actualización de las tarifas.
A partir de septiembre, el Gobierno bajará el impuesto PAIS del 17,5% al 7,5%. Aunque sin números concretos, Caputo anticipó que esto implicará "una reducción de precios en septiembre". Si bien una fuente dentro del equipo económico afirmó que se podrían llegar a ver bajas "de hasta 2 puntos", también aclararon que esto varía según cada bien, si es completamente importado o si solo algunos insumos lo son.
Según estimaciones privadas, el recorte del impuesto PAIS, que vuelve a los niveles en los que lo había dejado el Gobierno anterior, representa una baja de 0,7 puntos en la inflación mayorista, según Fernando Marull, economista de FMyA. "Las importaciones que pagan cash tendrán un impacto deflacionario al instante del 10%, y las que se pagan a plazo pueden tardar un poco más en mostrar el efecto", consideró. Siempre en el caso de que no haya una devaluación que compense la baja del PAIS.
Impacto en superávit fiscal
El otro impacto que vincula la baja del aumento PAIS con el aumento de las tarifas es en las cuentas públicas, siendo el PAIS el impuesto que más aumentó en 2024. Sobre cómo se va a compensar, el Gobierno apunta a dos medidas. Por un lado, un repunte de la actividad económica, que ya empezó a mostrar algunas mejoras intermensuales en julio.
Sobre este punto, Caputo afirmó en una entrevista radial: "El rebote económico ya arrancó. No vas a cambiar 100 años de historia y 16 de populismo extremo en 6 meses, pero sí se pueden empezar a ver los frutos de lo que se está haciendo. Hoy muchos sectores están recuperando a dos dígitos, como el patentamiento de autos, el cemento y el Índice Construya".
El otro aspecto fundamental es el paquete fiscal que aprobó el Congreso, y que se empezará a ver en agosto y septiembre, con la vuelta de Ganancias a los trabajadores, la moratoria para las empresas, el blanqueo de capitales y el anticipo de bienes personales. En un encuentro del IAE, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, afirmó: "No debería poner en peligro el superávit fiscal por la compensación de ingresos que tendrá el fisco con las medidas del paquete fiscal, principalmente con la moratoria impositiva y el reajuste del impuesto a las Ganancias".
En la misma línea, Quirno agregó: "El equilibrio fiscal es innegociable, toda decisión a nivel fiscal no toca esa primera premisa". Además, indicó que el paquete fiscal habilita al equipo económico para poder bajar otros impuestos. De hecho, en encuentros que mantuvo Caputo con varias cámaras empresarias, les anticipó que habrá nuevas rebajas impositivas, en este caso en aranceles, donde existen productos en donde ascienden al 35%.
Según Marull, el impuesto PAIS recaudó 0,7% del PBI, por lo que "fue clave" para el superávit primario acumulado a julio de 1,1% del PBI. Estiman que el recorte significaría resignar en las arcas públicas u$s 400 millones, equivalente a 0,4% del PBI. De nuevo, siempre en el caso de que no haya una devaluación, que el Gobierno niega.
Suba de tarifas
En este contexto, Caputo aprovecha el impacto favorable de la medida del impuesto PAIS para continuar con el proceso de ajustar las tarifas. El ministro de Economía repite que las actualizaciones dependen de cómo viene el IPC y la recaudación.
Una suba de precios en la generación de energía implica que el Estado tiene que destinar menos subsidios, y por ende impacta en el gasto público, mientras que la suba otorga mayor recaudación a los impuestos que figuran en las facturas, tanto nacionales como provinciales y municipales. Para moderarlo, a las petroleras se les volverá a pedir que suban por debajo de la inflación.
Es que en el Gobierno, si bien quieren que siga desacelerando la inflación, también tienen como objetivo no retrasar precios relativos. Hoy, pese a todos los aumentos que hubo, los usuarios pagan el 43% del costo total de la energía, y 30% en el caso del gas, según un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), de la UBA y el Conicet.