El cazaminas Turia de la Armada, que embarrancó en 2019, enfila su recta final para volver a estar operativo
Tras casi cuatro años de intensos trabajos de modernización en Cartagena, el cazaminas Turia M-34 está a punto de volver a estar opertativo. Este proyecto de renovación, que comenzó en diciembre de 2020, se llevó a cabo en colaboración con Navantia y la Armada, con una inversión significativa de 25 millones de euros.
Con la próxima puesta a flote del buque se darán por finalizados los trabajos principales en dique seco y se aprovechará para llevar a cabo las pruebas de estanqueidad del casco necesarias para acometer la siguiente fase. Después, el buque seguirá un exhaustivo plan de pruebas, que en su fase de puerto permitirá la realización de las comprobaciones para su evaluación y certificación en la mar, previstas para el primer semestre de 2025.
Una vez finalizadas estas pruebas, el Turia será entregado a la Flotilla de MCM de la Armada, completamente reparado y modernizado.
Durante la primera fase del proyecto, el astillero público, junto con varias empresas colaboradoras, se encargó de desmantelar la mayoría de los sistemas de tuberías, eléctricos y electrónicos del buque. Las extensas reparaciones en el casco del barco representaron un desafío importante, ya que no existían precedentes para este tipo de trabajos en buques de fibra de vidrio, tanto en el ámbito civil como militar.
Para la Armada española, el cazaminas Turia M-34 es una pieza clave en la seguridad marítima, especialmente en misiones de neutralización de minas. Como parte de la clase Segura, que está en servicio desde el año 2000, el Turia juega un papel fundamental en las operaciones de la OTAN.
Recientemente, se han instalado sistemas de navegación de última tecnología de Exail, como el sistema de navegación inercial Marins M3 y el girocompás Quadrans. Estas actualizaciones han sido recibidas con entusiasmo, ya que aumentan significativamente las capacidades operativas del Turia, asegurando una navegación más precisa y segura durante sus misiones de limpieza de minas, un aspecto clave en las contribuciones de España a la OTAN y a la seguridad marítima global.
Sin embargo, el Turia ha enfrentado algunos desafíos. En 2019, el buque encalló durante una operación de rescate, lo que subrayó los riesgos inherentes a este tipo de misiones. Aunque el incidente no causó daños graves, sí generó preocupación sobre la seguridad operativa del buque en ciertas condiciones.
El retorno del cazaminas Turia M-34 es de suma importancia para la Armada española, dada su función esencial en las operaciones contra minas navales. Los expertos destacan que el Turia M-34 es fundamental para mantener la seguridad marítima, particularmente en zonas estratégicas como el mar Mediterráneo, donde las amenazas de minas son una preocupación constante. La avanzada tecnología del buque y su experiencia en misiones de la OTAN, como las de la Agrupación Permanente de Medidas Contra Minas 2 [SNMCMG2], refuerzan aún más su valor para la flota.
Asimismo, se subraya que la vuelta del Turia M-34 refleja el compromiso de España con el fortalecimiento de su defensa naval. Esta modernización es vista como un esfuerzo estratégico para garantizar que España cumpla con sus compromisos en la OTAN y proteja de manera efectiva sus intereses marítimos nacionales.
El cazaminas Turia M-34 es un buque especializado en la detección y neutralización de minas submarinas. En términos de tamaño, el Turia M-34 tiene una eslora de aproximadamente 52 metros y una manga cercana a los 10 metros. Su calado, que es la distancia desde la línea de flotación hasta el fondo del casco, es de alrededor de 3 metros. Estas dimensiones permiten al Turia operar en aguas relativamente poco profundas, donde las minas suelen estar ubicadas.
El sistema de propulsión del Turia M-34 está diseñado para ofrecer tanto eficiencia como maniobrabilidad. Normalmente, cuenta con una combinación de motores diésel y eléctricos, lo que le permite operar a diversas velocidades con una firma acústica reducida, haciéndolo menos detectable para las fuerzas enemigas.
El cazaminas Turia M-34 está equipado con avanzados sistemas de control para mejorar su capacidad de detección y neutralización de minas. Estos sistemas incluyen un sonar de alta frecuencia para la detección de minas, vehículos operados a distancia [ROV] para inspecciones cercanas, y vehículos submarinos autónomos [AUV] para tareas de mapeo y reconocimiento. La integración de estas tecnologías permite al buque realizar sus misiones con alta precisión y seguridad.
En cuanto a su armamento, el Turia M-34 suele estar equipado con cañones navales de pequeño calibre para su defensa contra amenazas de superficie. Además, el buque lleva cargas especiales para la desactivación de minas y equipos diseñados para neutralizar o destruir las minas detectadas. Estos armamentos aseguran que el Turia pueda llevar a cabo sus misiones de contramedidas de minas de manera eficaz.
El objetivo principal del cazaminas Turia M-34 es proteger las rutas marítimas y comerciales mediante la detección y neutralización de minas submarinas. Esta función es vital para mantener la seguridad en el mar, especialmente en zonas de conflicto o áreas con un alto riesgo de minas. Al garantizar el paso seguro de otros buques, el Turia M-34 contribuye a la eficacia operativa de las fuerzas navales y a la seguridad del comercio marítimo.