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Август
2024

Estas son las condiciones que tiene que cumplir un terremoto para originar un tsunami

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Abc.es 
Vuelven los fantasmas del pasado. El terremoto registrado esta mañana frente a la costa de Portugal, a escasos 90 kilómetros de Lisboa, ha traído a la memoria un episodio de la historia que marcó significativamente a toda la península ibérica. El gran terremoto de Lisboa del 1 de noviembre de 1755 tuvo efectos devastadores en todo el territorio peninsular , sin embargo se hicieron más patentes en el extremo sudoccidental, en las provincias de Huelva , Sevilla y Cádiz . Aquel terremoto se produjo en la conocida como falla de Azores-Gibraltar , casi 200 kilómetros más al sur respecto al epicentro del terremoto de hoy y a poco más de 120 kilómetros del cabo de San Vicente, la barbilla de la península ibérica. El seísmo provocó un tsunami que alcanzó la costa de Cádiz con olas de hasta ocho metros e, incluso, enturbió y elevó el nivel del agua en el Tajo a su paso por Toledo. Con estos antecedentes, encender todas las alarmas no debe ser considerado un comportamiento fruto de la psicosis. Lejos de caer en teorías paranoicas, conviene tomar conciencia de los riesgos sísmicos que existen en este rincón del mundo y saber actuar ante ellas de manera razonable . Para ello, es aconsejable saber que no todo terremoto con epicentro en el mar genera un tsunami. Entonces, ¿qué requisitos deben cumplirse para que se produzca un tsunami? Las causas por las que se genera un tsunami son variadas. Erupciones volcánicas, deslizamientos de tierra, fenómenos climatológicos adversos o incluso caídas de asteroides son algunas de ellas. Sin embargo, los terremotos son la principal causa. Cuatro de cada cinco tsunamis tiene su origen en un seísmo . En este sentido, cabe destacar que según los datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN), en los últimos diez días se han registrado casi un centenar de terremotos en la zona meridional de la península ibérica . Ello se debe a la elevada actividad sísmica que genera el deslizamiento de los bordes de las placas euroasiática y africana, cuyos límites recorren todo el estrecho de Gibraltar. Sin embargo, para que un terremoto genere un tsunami necesita ser de un tamaño considerable . Es decir, registrar una magnitud mínima que, además, puede variar en función de la profundidad del epicentro. En este sentido, cuanto mayor sea la profundidad, menor será el tsunami, siendo prácticamente imposibles en los terremotos con un hipocentro situado a 100 kilómetros de profundidad. Así, un tsunami de origen sísmico necesita que el terremoto libere la suficiente cantidad de energía como para desplazar el volumen de agua necesario para generar las grandes olas. Según el IGN, se estima que un seísmo con magnitud 6 es capaz de liberar la energía suficiente para generar un tsunami . Cabe recordar que el terremoto de esta mañana tuvo una magnitud de 5,5 a una profundidad de 19 kilómetros, según los datos del organismo estatal. Por su parte, se estima que el de Lisboa en 1755 pudo alcanzar una magnitud de 8,5 e incluso 9. Cuando el terremoto libera energía suficiente como para originar un tsunami, el tiempo que tarde en llegar a la costa dependerá siempre de la distancia que haya entre el litoral y el epicentro del seísmo . En este sentido, en 1755 las olas que produjo el terremoto en la falla de Azores-Gibraltar tardaron unos 40 minutos en llegar a la costa de Cádiz. La distancia con el epicentro rondaba los 350 kilómetros. Cuando el terremoto se produce en aguas poco profundas, es decir, cerca de la costa, el volumen de agua que se altera es menor, por lo que el tsunami será más pequeño en comparación con otro generado en alta mar. No por ello deja de ser peligroso, ya que la cercanía hace que las olas lleguen antes y haya menos tiempo para reaccionar . Precisamente en el estrecho de Gibraltar y en el mar de Alborán, donde se concentra una actividad sísmica importante, las distancias son bastantes reducidas . Así, podemos pasar de los escasos 15 kilómetros que separan Tarifa del puerto de Tánger Med a los casi 200 que separan Almería de Nador o Saidia. Un hecho curioso de los tsunamis es que en alta mar viajan a muchísima velocidad – a 900 km/h, la velocidad de crucero de un avión – y sus olas no suelen ser demasiado grandes. De hecho, si un tsunami pilla a un barco en alta mar, lo más seguro es que tan solo perciba una fuerte sacudida similar a las fuertes marejadas en mar abierto. Sin embargo, al aproximarse a la costa, la velocidad disminuye hasta los 30 km/h, aproximadamente, y su altura comienza a crecer. Desde 1522, España ha registrado un total de 13 tsunamis y la mayoría de los efectos derivados se concentra entre las costas de Huelva y Cádiz. A pesar de la escasa frecuencia con la que ocurren estos fenómenos, sus consecuencias son extremadamente peligrosas. De hecho, el tsunami que arrasó el litoral andaluz a raíz del terremoto de Lisboa de 1755 causó casi 2.000 muertos sólo en Cádiz . Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), en todo el mundo han muerto más de 260.000 personas en el último siglo a causa de los tsunamis, con una media de 4.600 fallecidos por desastre. Por esta razón, y a pesar de que el riesgo de ocurrencia es de baja probabilidad , el fuerte impacto que tendría un tsunami en España obligó a las autoridades a redactar un Plan Estatal de Maremotos , cuya publicación se produjo en el año 2021. En este sentido, diversos municipios costeros, como Chipiona (Cádiz), ya ha tomado medidas al respecto diseñando planes de seguridad que le han valido el reconocimiento Tsunami Ready de la Unesco. España cuenta con una gran región costera y, además, se halla en la frontera entre dos placas tectónicas con una alta actividad sísmica. A pesar de ello, la conciencia social sobre estos fenómenos es aún bastante baja. La masificación de las costas, además, aumenta la exposición a este riesgo. Un riesgo que, pese a su baja probabilidad, es real y de consecuencias desastrosas .