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Август
2024

El otro fracaso de Podemos: pierde 12 millones de subvenciones públicas en cinco años

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En medio de su intento por volver a ser el partido hegemónico de la izquierda alternativa al PSOE, en continua pugna con Sumar, Podemos se enfrenta a una situación económica crítica. El partido morado paga ya su quiebra electoral, acentuada en el año 2023, pero en la que lleva instalado desde 2019, cuando logró sus peores resultados a nivel nacional.

El partido que ahora dirige Ione Belarra reconoce un total desplome en sus cuentas al perder 12 millones de euros en ingresos públicos en solo cinco años, de hasta 14 si se suman los privados. Así, su desastre electoral, se convierte a su vez en uno económico. El partido ingresaba en 2018 hasta 18,4 millones de euros en concepto de ingresos públicos, sería su último mejor resultado en términos de recaudación por subvenciones públicas, coincidiendo con su pujanza política. Entonces, Podemos contaba con hasta 71 diputados correspondientes a las elecciones generales de 2016 –su mejor resultado a nivel estatal– y contaba con un total de 168 diputados repartidos por todo el territorio, sin incluir los representantes en las Cortes Generales. Recibían hasta 18,1 millones por parte de subvenciones por gastos de funcionamiento, que son las que recibe el partido por su representación en el Congreso y el resto de parlamentos autonómicos y en ayuntamientos. Además, lograban casi 103.000 euros en concepto de aportaciones de los grupos institucionales, que son las que realizan al partido los grupos políticos con representación en los parlamentos. Ingresaban casi 250.000 euros por subvenciones de gastos de seguridad. Los morados también habían logrado resultados similares en las cuentas de 2016 y 2017, cuando venían de contar con 169 diputados en los territorios.

Unos números inalcanzables hoy por Podemos. Según el balance de cuentas presentado correspondiente al ejercicio de 2023, los morados solo han recaudado 6,1 millones de euros en ingresos de origen público, un desolador panorama que corresponde con su batacazo electoral. Los morados acabaron 2023 confirmando su debacle en las urnas, después de quedar reducidos a la mínima expresión en la mayoría de comunidades donde se celebraron elecciones autonómicas. Han pasado de 168 diputados a tan solo 33 a cierre de 2023. En 2024 perderían sus representación en País Vasco, Cataluña y salvarían los muebles al lograr dos eurodiputadas en el Parlamento Europeo, indicador que les ha levantado la moral para tratar de reconstruir su proyecto de cara al futuro, en solitario.

Las elecciones autonómicas y municipales del 28M fueron las últimas en las que Podemos se presentó como formación predominante dentro de la coalición de partidos de izquierda antes del nacimiento de Sumar. Los morados desaparecieron entonces de Madrid y Valencia y salieron de todos los gobiernos excepto del de Navarra. Una sangría electoral que también se traduce en un detrimento económico. El partido ha perdido hasta 2,7 millones de euros por la vía de ingresos de origen público, la cuál podrían haber paliado si en el ciclo electoral de 2023 no hubiese supuesto el declive morado. Concretamente, en subvenciones anuales para gastos de funcionamiento, el partido ha perdido 1,2 millones de euros en un año y 62.637 euros en gastos de seguridad, que provienen del Ministerio del Interior por los comicios electorales celebrados en 2023. A la perdida de diputados autonómicos, se suma, por tanto, la perdida de aportación de grupos institucionales –al desaparecer algunos de ellos como en Madrid o Valencia y mermar su representación en otras comunidades y municipios. 1,3 millones dejan de recibir de los grupos, en este sentido.

En total, por subvenciones electorales en 2023, el partido ha recibido 2,5 millones de euros por esta vía, mientras que ha gastado hasta 5,2 millones en concepto de operaciones por la actividad electoral, por tanto, el resultado de ahorro o desahorro es negativo, de hasta 2,7 millones. De las elecciones generales del 23J, cuando acudieron coaligados con Sumar recibieron 1,1 millones del Ministerio del Interior que, a pesar de la ruptura con Sumar, siguen manteniendo.

A la merma de ingresos públicos también se aprecia una perdida de la mitad de sus ingresos por la vía privada. Es decir, las aportaciones de su militancia también se han visto reducidas, aunque en menor medida, lo que demuestra que el partido todavía cuenta con unos afiliados comprometidos. En 2018 ingresaban cuatro millones entre las cuotas de los afiliados o las aportaciones de los cargos públicos. Ahora, esa cifra se queda en 2,3 millones de euros. Especial atención, eso sí, a la reducción de ingresos por parte de los cargos públicos de Podemos. Todos los dirigentes tienen obligación de donar al partido una cantidad determinada según su responsabilidad. En 2018, el partido consiguió 2,8 millones de euros por esta vía, y hoy tan solo recauda 986.689,61 euros de esta forma.

Es relevante analizar la pérdida de ingresos privados en un año, coincidiendo con su pugna con Sumar. Respecto a 2022 han postergado medio millón de euros. Concretamente, las cuotas de afiliados se han reducido en casi 60.000 euros en un año, mientras que las cuotas de los militantes han decrecido en casi 40.000 y las voluntarias en 21.119 euros. Mayor es la perdida en concepto de aportación de los cargos políticos, por donde el partido deja de recibir 676.095 euros. Y es que Podemos todavía contaba en 2023 con la aportación de sus 26 diputados nacionales hasta las elecciones generales del 2023.

Algo que ha influido de manera considerable en la caja de Podemos, que ha pasado de tener casi 25 millones de euros a tan solo 15,1 en estos cinco años. En un año, el patrimonio del partido ha descendido en casi cuatro millones de euros. De hecho, han cerrado el balance de 2023 con perdidas de 4, 6 millones que todavía pueden acentuarse más en el próximo balance debido a su mínima presencia institucional en la actualidad.

El partido, eso sí, ha ido reduciendo considerablemente la partida de gastos, también derivado de la misma pérdida de influencia electoral. En 2018, el año en el que se está basando este artículo para analizar las cuentas moradas, los morados demostraban unos gastos de 19,4 millones. Ahora, han logrado aminorar esta partida a los 10,1 millones. En 2018, los morados destinaban 13,1 millones de euros en gastos de personal; sueldos, salarios y cargas sociales. Ahora, tan solo dedican 5,4 millones, y esto es porque en verano de 2023 el partido despidió al 70 por ciento de sus trabajadores debido a su fracaso político. El año que menos gastos contabilizaron los morados fue en 2015, cuando todavía no contaban con los ingresos electorales de las elecciones de ese curso y no habían hecho un amplio desembolso en contratar personal.