El atacante de Solingen debía haber sido deportado en 2023, pero desapareció y más tarde le permitieron quedarse
Poco a poco se conocen más detalles sobre el hombre de nacionalidad siria, identificado como Issa al H de 26 años de edad, que confesó ser el autor del atentado con puñal en el oste de Alemania y se entregó el sábado a la Policía. Las autoridades aseguran que el asesino de tres personas con un arma blanca en un festival llamado «de la diversidad» en celebración de los 650 años de existencia de la ciudad de Solingen no aparecía en ningún listado de sospechosos de islamismo radical. Las cuatro personas que permanecían con pronóstico reservado ya no se debaten entre la vida y la muerte. La ciudad de Solingen celebró un acto fúnebre ayer por la mañana al que acudieron centenares de ciudadanos.
El agresor vivía al parecer en un albergue para refugiados y se entregó él mismo a la policía el sábado por la tarde. Desde 2022 residía en Alemania, donde había solicitado asilo, todo ello según el diario «Die Welt», que le fue denegado. La ciudad en que vivía y en la que cometió el atentado tiene unos 150.000 habitantes y se encuentra en una zona económicamente deprimida, la cuenca minera del Ruhr, entre las dos capitales del estado, la oficial, Düsseldorf y la otra gran ciudad de la región, Colonia. Según informa el diario «Bild», el hombre debería haber sido deportado ya a principios de 2023 hacia Bulgaria en base al sistema de Schengen, al ser el país por el que entró, pero desapareció del radar de las autoridades alemanas durante seis meses. Entretanto se había pasado el plazo en el cual se podía llevar a cabo la deportación, por lo que recibió asilo subsidiario.
La organización yihadista Daesh, conocida como Estado Islámico -ISIS en sus siglas en inglés-, reivindicó la autoría de los hechos con un comunicado en su web Amaq. El domingo aún no había una confirmación oficial de si dicha organización había sido quien cometió el atentado. En la publicación, el Estado Islámico afirma que «el autor del ataque de ayer [por el viernes] contra una reunión de cristianos en la ciudad de Solingen es un soldado del ISIS». Sin embargo, aún no está claro si es cierto, ya que dicha organización mintió en el pasado, como cuando en 2017 se atribuyó la autoría de un tiroteo en Las Vegas.
La fiscalía federal ha asumido la investigación al tratarse de, al parecer, el ataque de una organización terrorista internacional. Este es el segundo atentado con arma blanca y en un espacio público en Alemania en pocos meses. En mayo, un policía fue asesinado del mismo modo en la ciudad de Mainz por otro solicitante de asilo de 25 años de edad procedente de Afganistán.
El atentado se produce en un momento en que el país mira a los estados del este en los que la próxima semana tendrán lugar elecciones regionales y en los que el partido Alternativa por Alemania (AfD) figura como favorito en las encuestas. El AfD ha culpabilizado de la inseguridad en las calles y del aumento de los ataques con cuchillos a los refugiados desde hace años, desde que en 2015 llegasen cientos de miles de refugiados al país durante el gobierno de la por entonces canciller democristiana Angela Merkel.
La Alternativa por Alemania ganaría las elecciones en Turingia y en Sajonia, que se celebrarán el próximo 1 de septiembre. En las últimas elecciones ya fue la segunda fuerza en Turingia, con el 23,4% de los votos. La segunda fuerza más votada serían los cristianodemócratas de la CDU con el 23% y la tercera el nuevo partido fundado por la ex-política de Die Linke, Sahra Wagenknecht, BSW , con el 17% de los apoyos. En Sajonia ganaría la extrema derecha alemana seguida de la CDU con el 32 y el 30% respectivamente. Tercera fuerza aquí sería el BSW también con el 15% de los votos. El 22 de septiembre serán las elecciones también en Brandenburgo, donde se espera que gane también el partido ultra con un 24% seguidos del SPD con el 20% y la CDU con el 19%. Cuarto sería de nuevo la coalición BSW.
Los estados de la antigua Alemania Oriental se han convertido en una tierra fértil para AfD que aprovecha sucesos como el trágico atentado para promover su discurso del odio y antiinmigración.