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Август
2024

Entrevista a Jean-Luc Mélenchon: “El rey Macron Primero cree que puede hacer lo que le dé la gana. Pues no.”

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Vestido de azul y con una calma inhabitual, el patrón de La Francia Insumisa, el partido de izquierda radical francesa se entrega tranquilo a la prensa extranjera. Califica a los medios locales como “salvajes y radicales” y se sienta a conversar - dicharachero y espontáneo - frente a los reporteros de Afganistán, Irán, Suecia, Argelia, China, Venezuela y por supuesto, España. El diálogo de Jean-Luc Mélenchon tiene hoy un objetivo claro: vender al mundo su visión sobre la crisis política francesa que no termina de desenmarañarse desde las elecciones legislativas del 7 de julio. La Razón estuvo en primera fila.

LR: Macron no termina de nombrar a un nuevo Primer Ministro ni de aceptar con los brazos abiertos la victoria de la coalición de izquierdas que cuenta ahora con una mayoría parlamentaria. De hecho, ha rechazado a la persona nominada por la izquierda para el cargo, Lucie Castets. Se habla de otros dos nombres que resultarían más afines a la filosofía Macron: el antiguo aliado de Francois Hollande, Bernard Cazeneuve y el derechista Xavier Bertrand. ¿Cómo reaccionaría La Francia Insumisa al nombramiento de otra persona distinta a Lucie Castets?

JLM: La constitución lo dice muy claro: el presidente no escoge, el presidente nombra al primer ministro. Y no es verdad que un gobierno de Lucie Castets no podría funcionar. Castets tendría que hacer alianzas, buscar apoyos aquí y allá para aprobar las leyes. Eso es la democracia: discutir y buscar puntos en común. Pero puede funcionar.

Si Macron elige a alguien más, ya nuestro grupo parlamentario lo tiene decidido: vamos a presentar una moción de censura. Y vamos a censurar al gobierno que se forme bajo la figura de un primer ministro escogido así.

El rey “Macron Primero” cree que puede hacer lo que le dé la gana. Pues no.

¿La figura de la destitución presidencial también está entre las opciones?

Nosotros hemos evocado la posibilidad de la destitución de Emmanuel Macron como una especie de advertencia. Muchos nos han dicho “Oh, eso sería el caos!” pero en realidad son ellos – el campo de Macron – quienes han creado el caos. Pues ahora que enfrenten el caos. Ellos saben que un gobierno donde no participemos no puede sostenerse. Nadie obligó a Macron a disolver la Asamblea Nacional. Nadie lo obliga a no aceptar a Lucie Castets como primera ministra. Es una decisión política. Así que para que el nuevo gobierno se sostenga, alguien tendrá que cambiar de opinión. Y no seremos nosotros. Será quizás Reagrupación Nacional, el Macronismo o el Partido Socialista. La partida no ha terminado.

Consideramos que lo que está haciendo el señor Macron es inaceptable, que es un golpe de fuerza contra la democracia. Un tipo por su cuenta decide que las elecciones no se han celebrado y que él va a elegir quién va a formar una coalición. Estamos entrando en un ciclo de bloqueo.

En consecuencia, la única salida democrática a esta situación es que el propio Jefe del Estado salga del poder. Nosotros tenemos la mayoría relativa en la Asamblea y vamos a ejercerla. La destitución de Macron es posible.

ּ¿Teme usted que Macron adopte el artículo 16 de la Constitución que le permitiría gobernar sin necesidad de contar con un primer ministro, alegando crisis nacional?

Efectivamente, estoy convencido de que, si dejamos que este hombre haga lo que quiera, esto va a terminar en la aplicación del artículo 16. Porque cuando uno tiene una autoridad que no es legítima, algo estalla. Y no estalla por una cuestión de ideología. Ninguna rebelión social en el mundo se produce por razones ideológicas. Lo que dispara un movimiento social – como el de los Chalecos Amarillos, por ejemplo – es el momento en que el gobierno ya no garantiza lo esencial para vivir. Y cuando eso sucede, se produce el fenómeno del “Lárgate”. Es el momento en que se vuelve insoportable no tener lo mínimo. “Te hemos elegido y ahora no tenemos agua en el grifo”. Es lo que vemos ahora con las largas esperas del sistema de salud francés que era el mejor del mundo. O la falta de profesores en septiembre. La tensión social aumenta y la represión va a aumentar. Y sí, creo que todo esto va a terminar en el artículo 16. Porque si un político dice “en estas elecciones no ganó nadie y no me importa nada”, pues también puede decir “tampoco me importa ninguno de ustedes” y asumir el poder con el artículo 16.

Si hablamos de asuntos internacionales, ¿qué podría hacer Francia o la Unión Europea para ejercer presión sobre Israel para detener los ataques en Gaza?

Francia es uno de los países fuertes de Europa. Podríamos encabezar una campaña para detener el genocidio. Y dejar de entregarles armas. Y luego podríamos cesar los acuerdos de la Unión Europea e Israel que son vitales para Israel. Deberíamos ser capaces de aplicar sanciones contra los asesinos de sus vecinos que propagan la guerra en la región. Por ejemplo, una moratoria del acuerdo entre la UE y Netanyahu. Para decir a Netanyahu que ha fracasado y reconocer un Estado Palestino.

También quiero decir que el señor Netanyahu es la peor catástrofe que ha podido pasarle a Israel desde su creación.

Netanyahu ha hecho de su pueblo un paria. Ha hecho que las nuevas generaciones se conviertan en criminales de guerra y practicantes de una barbarie sin precedentes.

Emmanuel Macron dice que hay que dialogar con Rusia, con respecto a la situación ucraniana. ¿Usted qué dice?

El problema es que Macron dice hoy que hay que dialogar y mañana dice que hay que enviar tropas. Yo estoy contra la invasión rusa en Ucrania. Fui el primer político en condenar esa invasión. Luego, mis adversarios repitieron esa frase diciendo que yo era amigo de Putin. Una amistad, sin duda, no llegó a oídos de Putin porque nunca me ha mostrado un interés particular. Lo tiene más bien con la extrema derecha.

Yo fui a Moscú para hablar con los opositores y junto a mis camaradas insumisos, hemos logrado que se emitan visas para esas personas. También las hemos recibido y alojado aquí en Francia. Nadie, ningún partido político ha venido a ofrecernos ayuda o a preguntar cómo estamos recibiendo a esas personas.

Pero ahora lo que me inquieta es que Ucrania ha entrado a territorio ruso. Eso cambia la naturaleza de la guerra. Ahora ambos lados tienen algo con qué negociar. Tú sales de mi territorio y yo salgo del tuyo. Vamos a negociar.

Yo había propuesto otro método: todos estamos de acuerdo en proteger las centrales nucleares, luego de la tragedia que tuvimos en Chernóbil. Yo propuse desmilitarizar las zonas alrededor de las centrales nucleares y luego discutimos del resto.

¿Hay que dialogar con los rusos? Pues claro que sí. ¿Con quién hay que negociar la paz? ¡Con el enemigo!

Jean Luc Mélenchon termina reiterando su rechazo a Emmanuel Macron, acusándole de gobernar el país en solitario, “convirtiéndose en primer ministro sin nombrar Primer Ministro”. También abre una ventanita hacia las próximas elecciones presidenciales. Sin declararse abiertamente candidato, se atreve a lanzar una premonición: “Seremos la alternativa en 2027, como lo hemos sido desde que nuestra izquierda radical agita el bloque de las izquierdas francesas. Pienso que seremos una alianza fuerte y los venceremos.”