En recuerdo del primer niño asesinado por ETA: "La memoria es la mayor victoria"
Familiares, autoridades y vecinos recordaron ayer en un acto al primer niño asesinado por ETA. Se llamaba José María Piris Carballo y vivía en Azkoitia (Guipúzcoa).
La banda acabó violentamente con la vida de este niño el 29 de marzo de 1980, cuando tenía solo 13 años de edad, después de que explotase junto a él un paquete bomba que se había desprendido del coche de un guardia civil al que los terroristas pretendían matar.
El homenaje se celebró en el que era el lugar natal de Puras, San Vicente de Alcántara (Badajoz) y como muestra de recuerdo se inauguró un monolito para evitar su olvido.
En el homenaje ha estado presente la madre de José María Piris, que portaba con ella cuatro amapolas blancas como símbolo de la paz. Le acompañaba el amigo del niño asesinado Fernando García, que también sufrió las consecuencias del atentado cuando contaba con apenas 11 años.
Se desplazaron hasta allí para participar en el tributo, que organizó el Ayuntamiento, el director de Derechos Humanos, Víctimas y Diversidad del Gobierno Vasco, Jagoba Álvarez Ereño.
El representante del Gobierno vasco reivindicó, ante los presentes, que "mantener viva la memoria es la mayor victoria frente al horror" y destacó la capacidad para ser también un imprescindible ejercicio de resistencia frente a "toda la sinrazón" que provocó ETA durante tantos años.
Defendió Álvarez que estos actos de recuerdo a las víctimas del terrorismo siguen siendo "absolutamente necesarios" porque, no solo se muestra el respeto y se hace un homenaje a las víctimas, sino que son también "actos de memoria", que permiten "transmitir lo que sucedió a las futuras generaciones".
El compromiso de la administración vasca, que comparten PNV y PSOE-PSE, aseguró que es "claro y rotundo con la memoria", como recogió EP.
No faltaron tampoco los miembros la corporación municipal de San Vicente de Alcántara, encabezada por el alcalde de la localidad, Andrés Hernáiz de Sixte; el presidente de la Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo, José María Antón; el presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Juan Francisco Benito, y el director del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, Florencio Domínguez.
El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, que tomó la palabra, instó a no olvidar el "alto precio que costó conseguir la paz" e insistió en la necesidad de continuar con la lucha diaria por una España "más democrática, tolerante y en paz" como el "mejor homenaje" que se le puede hacer a Piris.
"Si el terrorismo es una pesadilla, con centenares de víctimas, los asesinatos de niños lo lleva todavía más lejos. Es la acción más despreciable que puede hacer la condición humana", dijo como punto final a su intervención.