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Август
2024

El jugador de Nacional, Juan Izquierdo, sufrió un desmayo jugando en São Paulo: esto fue lo que le pasó

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En un reciente partido de la Copa Libertadores entre Nacional y Sao Paulo, Juan Izquierdo colapsó inesperadamente. Esta emergencia médica puso a prueba la eficacia de los protocolos establecidos para situaciones de crisis en el campo de juego, destacando la importancia de una respuesta rápida y coordinada.

Expertos analizan por qué este tipo de situaciones no siempre son predecibles incluso cuando se cumplen con los estudios médicos regulares. Los exámenes actuales, aunque imprescindibles, no pueden detectar todos los problemas potenciales de un atleta.

Gladimir Melo, cardiólogo especializado, explicó a medios uruguayos que los estudios habituales identifican potenciales riesgos en la mayoría de los casos, pero no son infalibles. Existe un pequeño porcentaje de situaciones que pueden pasar desapercibidas por los controles previos.

Diversos factores pueden influir en alteraciones inesperadas en el organismo de un jugador. Condiciones ambientales como el calor, deshidratación o cuestiones metabólicas pueden ser desencadenantes en momentos críticos, afectando el rendimiento físico de un deportista.

La rápida respuesta a la emergencia de Juan Izquierdo fue determinante. El aviso oportuno de sus compañeros y la rápida llegada de la ambulancia fueron cruciales para la atención inmediata y efectiva, siguiendo el protocolo internacional de emergencia en eventos deportivos.

Tras sucesos pasados en el fútbol de alto nivel, la FIFA fortaleció su protocolo para tratar emergencias sobre el terreno de juego. Este incluye la identificación de síntomas críticos antes de cualquier contacto físico, en una búsqueda por minimizar casos extremos.

Las medidas ante una emergencia incluyen capacitación y equipos preparados en el estadio. La presencia de personal entrenado para reconocimiento y actuación inmediata es fundamental para gestionar exitosamente colapsos inesperados en el campo.

¿Qué es una arritmia cardiaca?

Una arritmia cardíaca es una alteración en el ritmo o la frecuencia de los latidos del corazón. Puede manifestarse como un ritmo cardíaco demasiado rápido (taquicardia), demasiado lento (bradicardia) o irregular.

Las arritmias pueden ser inofensivas o pueden indicar un problema más grave en el corazón o en otra parte del cuerpo. Algunas arritmias pueden causar síntomas como palpitaciones, mareos, fatiga, desmayos o dificultad para respirar, mientras que otras pueden no presentar síntomas evidentes.

La gravedad de una arritmia depende de su tipo y del estado general de salud del individuo.

Diagnóstico y tratamiento de arritmias cardíacas

Las arritmias cardíacas se detectan a través de diversas pruebas médicas, dependiendo de los síntomas y del historial de salud del paciente. Aquí están los métodos más comunes para detectar y controlar una arritmia:

  1. Electrocardiograma (ECG o EKG): Es la prueba más común para detectar arritmias. Registra la actividad eléctrica del corazón y ayuda a identificar el tipo de arritmia.
  2. Monitor Holter: Es un dispositivo portátil que se lleva durante 24 a 48 horas y registra el ritmo cardíaco. Es útil para detectar arritmias que no ocurren durante un ECG de corta duración.
  3. Monitor de eventos: Similar al Holter, pero se utiliza durante un período más prolongado. Se activa cuando el paciente siente síntomas de arritmia.
  4. Ecocardiograma: Usa ondas sonoras para crear imágenes del corazón y evaluar su estructura y función, lo que puede ayudar a identificar problemas subyacentes que puedan estar causando la arritmia.
  5. Pruebas de esfuerzo: Evalúan la respuesta del corazón al ejercicio, lo que puede provocar o revelar arritmias que no se presentan en reposo.
  6. Estudio electrofisiológico (EEF): Un método invasivo que involucra la inserción de catéteres dentro del corazón para mapear la actividad eléctrica y localizar la fuente de la arritmia.

Para controlar y manejar una arritmia, se pueden considerar varias opciones según su tipo y gravedad:

  1. Medicamentos: Los antiarrítmicos pueden ayudar a controlar la frecuencia o el ritmo del corazón. Otros medicamentos, como los bloqueadores beta o los bloqueadores de canales de calcio, también pueden ser utilizados.
  2. Cambios en el estilo de vida: Reducir el consumo de alcohol, cafeína, y evitar el tabaco. Mantener un peso saludable y controlar el estrés son fundamentales.
  3. Procedimientos médicos:
    • Ablación por catéter: Un procedimiento para destruir las áreas del corazón que causan arritmias.
    • Cardioversión: Uso de medicamentos o una descarga eléctrica para restablecer un ritmo cardíaco normal.
  4. Dispositivos implantables:
    • Marcapasos: Usado para tratar bradicardias. Este dispositivo envía impulsos eléctricos para mantener el corazón latiendo a un ritmo normal.
    • Desfibrilador cardioversor implantable (DCI): Controla el ritmo cardíaco y proporciona una descarga eléctrica si detecta un ritmo anormal grave, tratando taquicardias peligrosas.
  5. Seguimiento regular: Es importante llevar un seguimiento continuado con un cardiólogo para evaluar el avance y ajustar el tratamiento si es necesario.