Denuncian que el déficit de agentes este verano en Galicia ronda el millar de efectivos
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A vuelapluma, Galicia enfrenta los meses de verano con un déficit de agentes -entre Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Autonómica- que podría rondar el millar de efectivos . Los datos los proporcionan los propios sindicatos, que estos días elevan la voz ante la merma en la seguridad que, consideran, se deriva de estas carencias en sus plantillas. En el caso del Instituto Armado, que atiende municipios de menos de 10.000 habitantes, la temporada estival trajo de la mano una reducción de horarios e incluso el cierre de algunos cuarteles durante días. Se trata, aseguran desde Jucil (Justicia para la Guardia Civil), de un «plan ineficiente e inseguro para el ciudadano» que no permite cubrir «unos mínimos razonables de seguridad en los pueblos». Los cálculos de este sindicato apuntan a que en la Comunidad serían necesarios entre 400 y 500 uniformados más . La carencia se palpa, sobre todo, en el caso de las poblaciones más pequeñas, en las que estas semanas incluso se ha llegado a colgar el cartel de 'cerrado'. «Hoy hay cuarteles como Grixoa, Bande, Covelo o Friol , por señalar algunos en cada una de las provincias gallegas, que permanecen abiertos solo unas horas o solo unos días a la semana» explica el portavoz sindical, Javier Montero. Los efectivos de la Benemérita también encuentran reprochable que en los casos en los que se acomete una reducción horaria se coloque un aviso en la puerta que aconseja al ciudadano dirigirse al puesto más cercano, con las consecuencias que esos retrasos pueden acarrear en la gestión de emergencias. La mayor afluencia en zonas rurales, afirman, es un factor a tener en cuenta a la hora de echar el cierre al cuartel en determinados municipios. «Durante el verano, cuando muchas localidades gallegas ven un incremento en su población debido al turismo o a las celebraciones festivas, esta reducción de horarios supone una pérdida de seguridad significativa ». Los que permanecen abiertos, revelan, lo hacen en muchas ocasiones con «tres o cinco guardia civiles», lo que impide acometer con eficiencia toda la carga de trabajo. En este punto, la reclamación de los sindicatos pasa por la creación de núcleos operativos más grandes, con concentraciones de varios cientos de guardias. «Con el actual sistema -ejemplifica Montero- en ocasiones las patrullas tienen recorridos de hasta 150 kilómetros de ida y vuelta , algo poco operativo y nada satisfactorio para los ciudadanos». Los agentes destinados a estos puntos, además, ponen sobre la mesa la particular orografía gallega y el estado de algunas vías de comunicación, que puede implicar una hora en coche para cubrir una distancia de apenas 40 kilómetros. Con la receta clara - ampliar plantillas y redistribuir los núcleos operativos - las reclamaciones de los sindicatos de la Guardia Civil empatan con la situación que viven muchas comisarías de la Policía Nacional en Galicia, donde no se llega a cubrir el catálogo de puestos. En total, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), mayoritario en la Comunidad, advierte de que el déficit de agentes ronda los 300 . Una estimación a la baja si se tiene en cuenta que el catálogo de puestos del cuerpo sigue desfasado pese al anuncio del ministro del Interior que el pasado febrero se comprometió a crear un grupo de trabajo de forma urgente con el objetivo de reformarlo. El escenario actual, de grave carencia, obliga a que efectivos adscritos a seguridad ciudadana tengan que reforzar los grupos de investigación tecnológica -el delito que más se ha disparado en los últimos años -, o que los de violencia de género estén «bajo mínimos». En este caso, las plantillas y su distribución datan del año 2008. Pero desde el SUP indican que «en los últimos quince años las ciudades han cambiado muchísimo» y ponen como ejemplo casos como el de la capital gallega, que debe aumentar de grado para disponer de unidades especializadas. La tercera pata del problema la protagoniza la Policía Nacional Adscrita a la Comunidad gallega, donde la merma ronda los 150 agentes. En este caso, los afectados explican que no se convocan plazas desde el año 2013, lo que agrava la carga de trabajo. El pasado mes de junio, el Parlamento demandó más agentes al Gobierno central, aludiendo a que la plantilla no ha dejado de bajar en los últimos años. Como muestra revelan que de los 474 policías autonómicos empleados en Galicia hace una década, ahora son unos 348 , un 36 por ciento menos. Paradójicamente, advierten, lo único que se ha incrementado son sus competencias, que en la actualidad incluyen la violencia de género o la investigación de incendios forestales.