Por miedo, línea de buses de paraliza
Las unidades de transporte que circulan por toda la Carretera Panamericana, de norte a sur, y que se conocen con el popular nombre de Los Chinos no salieron a trabajar porque los choferes de más de 130 unidades tienen temor a las represalias de los extorsionadores.
Han sido víctimas de agresiones con armas de fuego, incluso con pasajeros a bordo, y reciben mensajes de los delincuentes para que paguen cupos. De lo contrario, los ataques violentos serán aún peores y podrían afectar la vida de choferes y pasajeros.
La paralización de ayer ha dejado más desabastecida una ruta que es muy transitada por trabajadores y estudiantes, porque une todos los puntos de la Panamericana. Los pasajeros esperaron inútilmente a Los Chinos, mientras que los choferes de transporte reclamaban seguridad tanto a las autoridades como a los dueños de la línea de buses.
No es la primera vez que se extorsiona a una línea de transporte. Hay denuncias y reclamos en otras, que se han visto también amenazadas por los criminales que van apoderándose de la actividad económica y comercial de la ciudad, con base en el miedo. Ya lo vemos en los colegios, en los mercados y en cualquier emprendimiento que comience a dar frutos.
Las bandas organizadas se han apoderado de extensos territorios para desarrollar allí actividades ilícitas como la minería ilegal, el narcotráfico, la tala ilegal, que crean una economía alentada por el sicariato, la extorsión, la trata de personas, el tráfico de armas y otros delitos conexos.
Es el país entero el que está siendo rehén de los delincuentes y de las organizaciones criminales, que multiplican sus actividades ilegales ante la inoperancia de las autoridades, quienes, además de no hacer nada estratégico para acabar con el delito, aprueban normas que favorecen su avance. Son leyes que permiten la impunidad, aprobadas por el Congreso y autorizadas por el Gobierno de Dina Boluarte, conforme denuncian los fiscales a los que se les está dejando sin instrumentos para perseguir el delito. Lamentable.