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Август
2024

Leyes de las guerras culturales

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Abc.es 
Lo que a primera vista parecía un episodio de violencia doméstica gravísimo en San Sebastián se ha terminado transformando en un ejercicio social de 'reducción al absurdo', uno de los métodos de demostración más utilizados en Lógica Formal para probar la invalidez de una proposición categórica. La Ertzaintza detuvo en la madrugada del sábado a una persona por atacar con un cuchillo a su pareja y a sus dos hijas en una vivienda del barrio donostiarra de Loyola. La primera sorpresa la tuvieron los agentes al descubrir que el detenido era un compañero suyo, un ertzaina de baja médica desde hacía meses. La segunda se produjo cuando la Policía y la Fiscalía pretendieron imputarle un delito de violencia de género y doméstica. Entonces se descubrió que el detenido era una mujer, porque solicitó, en noviembre pasado, el cambio de sexo amparándose en la llamada ley Trans, promulgada el 1 de marzo de 2023. Dados estos antecedentes, el juzgado de San Sebastián que lleva el caso no ha tipificado lo ocurrido como violencia de género, sino que se ha limitado a abrir la investigación por 'amenazas graves'. Ello pese a la gravedad de los hechos, ya que la mujer atacada se defendió con un espray de gas pimienta y pudo huir, con su bebé en brazos, para pedir auxilio a la guardia de la cárcel de Martutene mientras el agresor retenía a la otra de sus hijas. A la vista de los hechos, la Fiscalía ha decidido abrir un investigación sobre un posible fraude de ley en esta solicitud de cambio de sexo que condiciona todo el proceso judicial. Ya antes de que se aprobara la ley Trans, diversos grupos de expertos advirtieron de que las grandes facilidades que proporciona la ley para pedir el cambio de sexo –bastando una simple declaración y sin someterse a peritajes o tratamientos supervisados científicamente– podrían ser aprovechados por personas inescrupulosas para obtener ventajas de todo tipo. El caso más evidente era el de los delitos de violencia de género, precisamente porque en ellos se ha atenuado la presunción de inocencia del varón, medida que una parte de la población percibe como injusta y desigual. Ahora, estamos ante un caso comprobado de aquello que se advirtió repetidamente, pese a lo cual, ayer todavía había medios de comunicación que se declaraban sorprendidos porque el protagonista de este suceso pidió el cambio de sexo «y no hizo ningún otro trámite posterior relacionado con ello y conserva su nombre» que es exactamente dos de las cuestiones más extravagantes que permite la ley. La sensación que extiende este caso es que, guardando las distancias, la ley Trans puede ser un caso similar al de la ley del 'sólo sí es sí', que terminó sacando a las calles a más agresores que los que pretendía castigar. Fuentes judiciales sostienen que, en el ámbito penal, hay un puñado de casos en España donde se está investigando un posible fraude en la solicitud de cambio de sexo. Es una cifra pequeña, pero que no da cuenta de otros casos que pueden darse en el ámbito laboral, en los concursos de todo tipo con perspectiva de género y hasta en el ámbito deportivo donde hay enormes discrepancias de criterio entre las federaciones. Ya hay antecedentes de cambios de sexo para intentar beneficiarse en una oposición o recibir mejor trato en instituciones como el ejército. El caso de la ertzaina trans pone de manifiesto la frivolidad con que se ha promovido una legislación que más parece hija de las guerras culturales que obsesionan a la izquierda que del deseo de reconocer y no discriminar a las personas que legítimamente quieren cambiar su género.