Veranos diferentes
Todos los veranos son diferentes, ¡pobre de nosotros si no fuera así!, pero este año lo ha sido en muchos sentidos y en varias direcciones. Que hace mucho más calor que en otro tiempo, eso lo saben hasta los negacionistas del cambio climático, pero tampoco mucho más que el año pasado. Que ha habido una galerna inesperada y fortísima en las islas Baleares, en esto hay división de opiniones, porque si bien muchos no lo recordábamos, otros aseguran que todos los años se produce. Que las noticias políticas han sido mucho más abundantes, insistentes y con importante influencia para la buena marcha del país, de eso no nos cabe duda, porque la matraca catalana no ha cesado ni un solo día ni la cara del fugado Puigdemont ha dejado de aparecer en periódicos, noticieros y cualquier canal de información que hayamos querido utilizar.
El lado bueno de este asunto es que la de Sánchez ha estado bastante ausente, cosa que se agradece. Otro lado que ha marcado la diferencia del presente estío es la disminución del turismo en unas zonas y el notable incremento en otras. En las islas mediterráneas lo comentaron desde los hosteleros hasta los gasolineros, mientras que en zonas donde otros años había tranquilidad y en las playas espacio para colocar la silla plegable y la toalla, ahora no se puede ni alcanzar la arena por el tráfico imposible que puebla las carreteras –algunas bastante deficientes, de áreas, por ejemplo, del Cantábrico–. En cuanto a sucesos, desgraciadamente no hemos gozado de tranquilidad, lo mismo que de fallecimientos de gentes públicas, que nos han ido abandonando.
Periodistas, actores y personajes de la vida social que han fallecido y cuyo recuerdo seguirá flotando en nuestra memoria. Por lo demás, solamente decir que esta noche nos ha visitado la super luna de agosto, más grande y más brillante que nunca y todos hemos sentido un poco la necesidad de pedirle deseos con la vaga esperanza de que obre su magia y nos los conceda. Para algunos, que lo perdido se recupere; para otros que lo olvidado se recuerde y para los más, que lo lejano se acerque. Que así sea.