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Август
2024

El estrés en los humanos afecta emocionalmente a los perros y los vuelve pesimistas, según estudio

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Los perros han sido considerados durante siglos como el mejor amigo del hombre debido a su lealtad, compañía y capacidad para comprender las emociones humanas. La habilidad de estos animales para detectar cambios en el estado emocional de sus dueños es una de las razones por las que son tan valorados en la sociedad. Un estudio reciente ha revelado que la tensión humana puede afectar a nuestras mascotas en su comportamiento.

La relación entre el hombre y el perro se ha fortalecido a lo largo del tiempo, desempeñando roles cruciales en la vida de ambos, desde guardianes y cazadores hasta compañeros de terapia y guías para personas con discapacidades. La investigación tiene como objetivo establecer una mejor convivencia con nuestras mascotas al conocer como nos perciben.

¿Los perros pueden tener conductas pesimistas tras oler el estrés humano?

Un reciente estudio realizado por la Universidad de Bristol ha revelado que los perros son capaces de detectar el estrés humano a través del olfato, y que esta habilidad tiene un impacto en su comportamiento y estado emocional. Este descubrimiento resalta la profunda conexión entre los humanos y sus compañeros caninos, y cómo nuestras emociones pueden influir en ellos de maneras que apenas comenzamos a comprender.

Los efectos de pesimismo en las mascotas puede degenerar en enfermedades crónicas. Foto: Freepik

Los perros tienen un sentido del olfato extremadamente desarrollado, capaz de detectar cambios sutiles en el ambiente. Este estudio, publicado en la revista Scientific Reports, ha demostrado que pueden identificar el estrés humano a través del sudor y el aliento.

¿Cómo los perros pueden percibir el estrés?

Para llevar a cabo la investigación, los científicos reclutaron a 18 perros y sus dueños, así como a 11 voluntarios que no tenían relación previa con los animales. Durante el experimento, los voluntarios fueron sometidos a situaciones estresantes, como hablar en público y realizar operaciones aritméticas, mientras se recogían muestras de sudor de sus axilas, estas zonas producían niveles elevados de cortisol, que los perros pueden identificar. Las muestras fueron luego presentadas a los canes, quienes mostraron comportamientos más cautelosos y pesimistas al estar cerca de personas que emitían señales de estrés.

El hombre y perro a través de la historia han establecido una relación de amistad y cooperación en diversas actividades. Foto: Freepik

En otra prueba, los animales fueron entrenados para identificar a un plato de comida que contenía una golosina en una ubicación específica, mientras que otro estaba vacío. Los resultados mostraron que, al aprender a distinguir entre ambos, los perros se dirigían más rápido hacia el cuenco con la golosina. Los investigadores evaluaron la rapidez con la que se acercaban a nuevos cuencos colocados entre los dos originales. Un acercamiento rápido indicaba optimismo y un estado emocional positivo, mientras que uno más lento reflejaba una percepción pesimista sobre la posibilidad de encontrar comida.

¿De qué manera el pesimismo puede afectar a los perros?

Estos hallazgos tienen importantes implicaciones para el bienestar de los perros y su relación con los humanos. La capacidad para detectar y reaccionar al estrés humano podría influir en su comportamiento diario y en su salud emocional a largo plazo. Los dueños deben ser conscientes de cómo sus propias emociones pueden afectar a sus mascotas y considerar formas de minimizar el estrés en su entorno.

El objetivo de la investigación es mejorar la convivencia con los perros y conocer los efectos del comportamiento humano con ellos. Foto: Freepik

El estudio también destaca la necesidad de más investigaciones sobre cómo las emociones humanas influyen en los animales domésticos y cómo podemos mejorar su bienestar a través de una mejor comprensión de esta interacción. La relación entre humanos y perros es compleja y multifacética, y este estudio es un paso importante hacia la comprensión de cómo nuestras emociones pueden impactar a nuestros compañeros caninos de maneras profundas y significativas.